viernes, 24 de marzo de 2017

40 años: ¡Pasión evangelizadora!

faular@hotmail.com
Lectura devocional: Salmo 126
Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Salmo 126:5,6 (RV60)

“Todos los grandes hombres de Dios han sido hombres débiles que lograron grandes cosas para Dios porque confiaban que Dios estaba con ellos.” Hudson Taylor
“La salvación es gratuita, pero el discipulado cuesta todo lo que tenemos.” Billy Graham
“Si Jesucristo es Dios y murió por mí, no existe ningún sacrificio que yo pueda hacer por Él.” Carlos C. Studd
“Sin reservas, sin retiradas, sin lamentaciones.” William Borden
La historia del Cristianismo desde que JESÚS ascendió al cielo nos revela que eran hombres y mujeres de pasión evangelizadora a flor de piel. No los detuvo nada ni nadie como nos los dice el apóstol Pablo:
En todo lo que hacemos, demostramos que somos verdaderos ministros de Dios. Con paciencia soportamos dificultades y privaciones y calamidades de toda índole. Fuimos golpeados, encarcelados, enfrentamos a turbas enfurecidas, trabajamos hasta quedar exhaustos, aguantamos noches sin dormir y pasamos hambre.  Demostramos lo que somos por nuestra pureza, nuestro entendimiento, nuestra paciencia, nuestra bondad, por el Espíritu Santo que está dentro de nosotros y por nuestro amor sincero. Con fidelidad predicamos la verdad. El poder de Dios actúa en nosotros. Usamos las armas de la justicia con la mano derecha para atacar y con la izquierda para defender. 2 Corintios: 6:4-7, NTV).
La pasión evangelizadora que los acompañaba los hizo ponerse en marcha por todos estos veinte siglos, y hasta hoy aquí estamos. Exclamamos como el mismo Apóstol: “y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 16b). Mis amados ¡eso es pasión evangelizadora!
Algunas veces nosotros, los cristianos nacidos de nuevo se nos olvida el verdadero propósito para el cuan nosotros hemos sido salvados y a menos que recobremos la pasión evangelizadora de nuestros antepasados y muchos que viven y mueren por el Señor y Su Evangelio en algunos países en este preciso momento, no estaremos cumpliendo nuestra verdadera visión, misión y pasión.
Justamente, la Marcha Evangelizadora surgió para recobrar nuestra pasión por JESÚS y ser parte del plan de Dios para alcanzar a los que no lo conocen. Por ello, el 10 de septiembre de 1977, tuvimos en culto de clausura de la Primera Marcha Evangelizadora como evento, y fuimos desafiados al ver más de un centenar de nuevos convertido con nosotros allí en Caracas, de más de cuatrocientos que hicieron manifestación de fe en las poblaciones evangelizadas en la zona central de Venezuela. Lo cierto es que logramos llegar al templo de la Iglesia Bautista Central de Caracas. He aquí algunos testimonios que oímos:
Daysi Guillén compartió su experiencia:
¡Miren hermanos, nunca en mi vida como cristiana -cinco años que tenía-, nacida en un hogar cristiano, nunca en mi vida, yo había llevado tres almas al Señor en un mismo día! Yo alabo y glorifico al Señor por eso (...) En otra oportunidad evangelicé a cuatro personas al mismo tiempo y todas aceptaron al Señor (…) Yo nunca creí que Dios me pudiera utilizar en tal forma (…) ¡Esta Marcha comienza hoy pero no finaliza (…) Yo sé que Venezuela será para Cristo!
Alberto Mata testificó diciendo:
Para nosotros resulta muy difícil decir todas las cosas que el Señor hizo en nosotros; yo le doy muchas gracias al Señor porque nos dio veintiséis decisiones, de las cuales veinte, terminaron el discipulado, tanto en la Victoria como en San Mateo. Esta Marcha comenzó en Barquisimeto, y yo creo que no va a finalizar nunca (...).                  
Vicente, un nuevo convertido muy emocionado entre lágrimas, dijo:
Aquella mañana, yo estaba en un bar frente al edificio Murachí, en la avenida Miranda de Maracay, tenía tres días tomando licor y consumiendo drogas; salí a la acera, navaja en mano, gritando: "¡Quién se me atraviese lo parto en pedazos!". De repente vino un hombre hacía mí, ahora sé, que era Carlos García Riobueno, pero, ¡hermanos, créanme¡ yo no vi a Carlos, sino a alguien como al Señor Jesús que me dijo: “Vicente yo te amo y tengo un plan para tu vida”. Así que me arrodillé en plena calle y me rendí a él. Los hermanos me han ayudado, regresé a mi hogar y de nuevo tengo mi trabajo como conductor de autobuses. Así que esta mañana yo vine desde los Guayos recogiendo a los que venían para acá (…).
Imposible decir más de esta historia de aquel culto inolvidable de clausura, extraída de nuestro libro: Pasión por JESÚS en Marcha. Ciertamente, nunca he podido olvidar aquellos hechos de nuestra Primera Marcha Evangelizadora. Hemos visto el cumplimiento del Salmo 126, clave de nuestro movimiento, una y otra vez. Obviamente, no soy el mismo desde entonces.
Bueno mis amados han pasado ya cuatro décadas de este culto allá en Caracas, pero cada Marcha Evangelizadora tiene caracterísiticas semejantes porque todo ser humano sin Dios, como dice la Biblia, “está muerto en sus delitos y pecados”, los muertos no pueden hacer nada por ellos mismos, solamente los que tenemos la Vida Eterna, podemos compartirla con ellos; entonces, se arrepienten de sus pecados, creen en JESÚS como Señor y Salvador y Dios los salva y ellos se convierten en discípulos de JESÚS para llevar esa Vida a otros. Pero sin que le llevemos el Mensaje, no nacerán de nuevo:
Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10:13-15, RV60).
Ineludiblemente, necesitamos una fuerza que nos anime, avive y  empuje para ir evangelizarlos, discipularlos y enviarlos, en calidad y cantidad suficientes para impactar a nuestra nación y el mundo. Esa fuerza impulsora es la pasión evangelizadora. ¡Ponte en Marcha, adelante, siempre adelante!         
Oración:
Amado Padre Celestial:
Ayúdanos a cumplir con la misión indeludible de llevar el Evangelio todos los días, a todos los hombres y mujeres posibles,  a todos los lugares posibles y de todas las maneras posibles a todos los seres posibles, y con todos los discípulos posibles. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perlas de hoy:
La pasión evangelizadora es como una cruz clavada en el alma y el espíritu, es la fuerza que nos anima a seguir evangelizando, discipulando y enviando.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 23 de marzo de 2017

40 años: ¡Así nacimos!

faular@hotmail.com
Lectura devocional: Hechos 5:34-42
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo. Hechos 5:42 (RV60)

Siempre lo hemos dicho y permítame repetirlo, Dios trabaja por senderos misteriosos para nosotros, pero siempre haciendo avanzar su reino en este mundo. Dios estaba buscándome y trabajando conmigo desde que Él, me trajo a este mundo. Pero yo necesitaba nacer de nuevo, y tal hecho ocurrió el 11 de abril de 1963, y era el resultado meses después de haber asistido a la única presentación en el Nuevo Circo de Caracas, del Dr. Billy Graham aquel inolvidable 21 de enero de 1962. Lo que no sabía hasta hace poco que, detrás de aquella invitación estaba el hermano Kenneth Strachan(1910-1965), fundador de la Misión Latinoamericana. Historicamente, Billy Graham con esa visita a varios países de Latinoamérica abrió las puertas para Evangelismo a Fondo, dirigido continentalmente por Kenneth Strachan. Así que Dios permitió que yo naciera en medio de aquellos años en que Evangelismo a Fondo se realizó en Venezuela (1964-1965). Allí en medio de aquel gran avivamiento que abarcó el trabajo multidenominacional (todas las denominaciones cristianas evangélicas trabajando juntas), transcurrió mi infancia espiritual. Aquel fue un bautismo de fuego para ver la evangelización en acción a través de la oración, la evangelización y la coservación de resultados (discipulado). ¡Gloria a Dios!  
Pues bien, una década después de Evangelismo a Fondo, en nuestra obra denominacional –a mediados de los setenta-, dentro de la juventud de la Convención Nacional Bautista de Venezuela, mi denominación, se levantaron vientos de cambio, al frente de todo ese movimiento estaban los jóvenes: ingeniero Paul Eustache Vilaire, el profesor Igdalías Núñez Bracho, el profesor Heberto Bracho Díaz, el ingeniero Alexander Montero y muchos otros, entre ellos, yo. Como es sabido esto trajo inquietud en unos y furor en otros, pero a más de 40 años de aquellos cambios, podemos afirmar que el Señor estaba trabajando en ello, porque entre otras cosas, la nueva estructura permitió el inicio, desarrollo y realización de la Marcha Evangelizadora. También por aquel tiempo yo estaba desallando mi primer pastorado de mi carrera ministerial en la Iglesia El Buen Pastor de Maracay, por cierto en aquellos años como resultado de un trabajo multidenomiacional de los jóvenes evangélicos en las Concentraciones Bíblicas, teníamos un gran avivamiento entre la juventud y todas las iglesias evangélicas de la ciudad.
De esta manera, mientras que en Maracay ocurrían los cambios y transformaciones por medio de un avivamiento principalmente entre los jóvenes, yo también estaba haciendo mis investigaciones para la Asamblea Anual de la CONVENCIÓN NACIONAL BAUTISTA DE VENEZUELA a celebrarse en Guanare los primeros días de enero de 1977. En esas investigaciones había descubierto lo que se llama el Teorema de Strachan; como bien lo señalé anteriormente, Kenneth Strachan, el iniciador del movimiento “Evangelismo a Fondo”, había llegado a la conclusión de que la sola razón que explicaba el crecimiento de cualquier movimiento, sea cual fuese era la movilización y el despliegue de sus miembros haciendo pública su fe, su teorema dice así: La expansión de cualquier movimiento está en proporción directa al éxito obtenido en movilizar y desplegar a su membresía total en propaganda continua de su fe.
¿Cómo hacer posible que Hechos 5:42, y el teorema de Strachan se hicieran realidad entre los bautistas venezolanos? Este era el desafío que teníamos que enfrentar, movilizar al pueblo de una manera continua y efectiva para que orara, evangelizara y discipulara, de una forma que produjera el crecimiento sostenido que la obra había estado esperando por 30 años. Sabía que los demás elementos podían ser importantes, pero nada ni nadie podría detener a un pueblo con una sola visión y pasión: ¡Predicar el glorioso evangelio de nuestro Señor Jesucristo de manera personal por donde quiera que fueran! Eso no sería fácil, porque en esos días entre nosotros, la evangelización era “templocéntrica”, y se reducía a una campaña evangelizadora anual. 
Así comenzamos la historia de la Marcha Evangelizadora venezolana. Algo me decía en lo profundo de mi ser, que la Marcha Evangelizadora sería ante todo, un movimiento de laicos. Pensé en esos días, lo siguiente: que el Señor no quería que un solo evangelista fuera la estrella de nuestro cielo denominacional, sino que él, en su gracia, levantaría a hombres y mujeres, adultos  y jóvenes, en cantidad y  de gran calidad, para que la luz del evangelio iluminara nuestra patria y el mundo. Marcharían como un ejército en orden y con una sola consigna: ¡Venezuela y el Mundo para Cristo!
Teníamos un lema en aquellos años, antes de las Marchas Evangelizadoras: “cada bautista, un evangelista”, pero como ya sabemos, existe mucha distancia entre lo que se dice y lo que se hace. Yo había sido nombrado director del Departamento de Evangelización de la CONVENCIÓN NACIONAL BAUTISTA DE VENEZUELA, esto, para hacer posible que la Gran Comisión de nuestro Señor Jesucristo se convirtiera en nuestra razón de ser y el hacer, ¡eso lo intenté con toda razón y de todo corazón!
Desde la perspectiva temporal -a más de cuarenta años de nuestro nacimiento como movimiento de Dios-, aún nos queda mucho camino por recorrer para llegar a donde queremos llegar, pero nos alientan los hechos que ya conocemos, inicios muy pequeños como los del joven Gustavo Torres con sus compañeros de estudio de medicina en la universidad que trajo a CRISTO, o como el joven pastor de Maracay que evangelizó a sus vecinos: “sus discípulos” se han multiplicado de tal manera que, prácticamente es imposible seguirles las huellas entre las multitudes.
Los entonces muchachos y muchachas que me acompañaron en aquella aventura inicial se han convertido en líderes de la obra nacional e internacional. En su gran mayoría han practicado y enseñado la evangelización personal, han demostrado en países y culturas diferentes, que la oración, la evangelización y discipulado ¡sí funcionan! Ellos marchan y no se detienen, oran, evangelizan y discipulan por dondequiera que van. Tal vez, mucho de ellos, nunca recibirán reconocimiento en esta tierra, pero sus nombres están escritos en un sitio donde jamás serán ignorados y borrados. Tampoco andarán solos en la Nueva Jerusalén, porque los acompañarán loúnico que se pudieron llevar de esta tierra, al dejarla: ¡sus discípulos!
¡Así nacimos!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Ayúdanos a cumplir con la misión indeludible de llevar el Evangelio todos los días, a todos los hombres y mujeres posibles,  a todos los lugares posibles y de todas las maneras posibles a todos los seres posibles, y con todos los discípulos posibles. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perlas de hoy:
Sin nacimiento espiritual no se puede entrar al reino, prediquemos esta verdad y Dios hará.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

miércoles, 22 de marzo de 2017

40 años: “¿Qué significan estas piedras?”.

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Josué 4:20-24
Entonces Josué les dijo a los israelitas: «En el futuro, sus hijos preguntarán: “¿Qué significan estas piedras?”. Josué 4:21 (NTV)

Moisés fue además del libertador de su pueblo, un historiador. Si Moisés no hubiera escrito el Pentateuco, vale decir los cinco primeros libros de la Biblia, nuestra fe no tendría ninguna fuente de autoridad espiritual. Desde luego, la autoridad y la inspiración de las Sagradas Escrituras, parte del hecho que la misma Biblia nos dice en todas sus páginas que ella misma es un mensaje dado directamente por Dios al ser humano, que se nos ha revelado en una forma concreta en Su Palabra:  “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16,17, NTV).
Pues bien, Josué discípulo de Moisés fue también un gran  siervo de Dios como su mentor. Uno se da un banquetazo espiritual al estudiar y meditar en su punto de vista histórico sobre la conquista por Israel de la Tierra Prometida. Desde luego, me impacta el hecho que Dios mismo le ordenara que al experimentar un hecho memorable y milagroso de Dios, reseñara aquel lugar de evento histórico realizado. Así que Josue le obedeció, ya con doce o con un montón piedras, servían para enseñar y testificar a las futuras generaciones que los grandes logros de Dios del pasado -manifestado en la historia de ser humano- todavía son posibles en el presente y en el futuro. En otras palabras, no se puede conocer nada de lo humano sin contar su historia. ¡Todo lo humano es historia! ¡Sin pasado no habrá futuro! Cada uno de nosotros, tiene su montón de piedras, sus hitos históricos para contar. Esto se magnifica cuando tratamos de los hechos de Dios en el pasado, algún día primeros nuestros hijos y despues los nietos: «En el futuro, sus hijos preguntarán: “¿Qué significan estas piedras?”.
En la preciosa historia de la Marcha Evangelizadora, iniciada en Venezuela, hace 40 años, tenemos muchísimos monumentos de piedras que se han levantado para dar honra y gloria al Señor. En mi caso, soy el último de los adultos que vive de los que iniciamos este movimiento evangelizador personal.
Como testigo que soy y también por la gratitud que tengo al SEÑOR por lo que ha hecho desde un inicio tan modesto hasta alcanzar un lugar en la historia de la evangelización nacional, continental y mundial. Hoy los marchistas son incontables en Venezuela y el Mundo… tanto como “sus piedras vivas” (1 Pedro 2:5), que son sus discípulos, que hacen discípulos… y están “dando testimonio de lo que han visto y oído” por eso, en muchos lugares, una y otra vez, algunos me han preguntado: “Francisco,  ¿Qué significan estas piedras?”
Hace unos cuantos años, me encontraba yo en el inicio de unas conferencias en las que habían invitado en Bolívar, Tennessee… Sí, no me equivoqué Bolívar. Ciertamente en 1825, se hizo un monumento de piedra para recordar al Libertador Simón Bolívar y se le dio su nombre a una ciudad norteamericana. Me han dicho que no es único pueblo o monumentos al héroe suramericano en Estados Unidos… ¡Que honor para este aprendiz de historiador venezolano estar en aquel lugar! Bien allí, en Bolívar, Tennessee, tuvimos una reunión del liderazgo de nuestra obra hispana porque estábamos para hablar de la Marcha Evangelizadora. En medio de aquella historia, un asistente a la reunión y quien era un importante obrero denominacional en Estado vecino, Kentucky,  no pudo más al escuchar mi testimonio, pidió disculpas a tanto a mí como al auditorio que me escuchaba y conmovido, dijo: “Hermanos, yo se que Francisco no me conoce, pero yo convertí en una marcha evangelizadora con el Pr. Héctor Navarro, y doy gracias al Señor porque lo que recibí estoy dando…Hermano yo me llamo Jesús Pacheco, de Valencia…” Caminé hacia el hermano Pacheco y nos estrechamos en un gran abrazo. ¡Alabado sea el SEÑOR  de la Marcha Evangelizadora!
Esta es la respuesta a la pregunta: “¿Qué significan estas piedras?”.
Oración:
Amado Padre Celestial:
Alabado sea tu santo nombre para siempre. Gracias por llamarnos a ser y hacer parte de la historia en estos difíciles días en que vivimos. Ayúdanos a llevar tu Historia a aquellos que harán historia en tu obra. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Seamos piedras vivas que contemos nuestra historia por donde vayamos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

martes, 21 de marzo de 2017

40 años: el punto de no retorno

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Lucas 9:51-62
Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 9:62

Al mirar retrospectivamente hacia la Primera Marcha Evangelizadora -sin duda, uno de los momentos históricos más emocionantes y significativos de nuestra obra evangélica venezolana-, vienen a mi mente los primeros tiempos, esos días en que nuestro pequeño auto era un santuario para orar, alabar y dar gloria a Dios, aquellos lejanos días en que un sentimiento no definido me embargaba, pasando por los días en que sólo mi esposa me oía los planes, hasta cuando tuve la santa seguridad de que Dios haría grandes cosas con nuestra amada obra. Supe entonces que asumiría el reto de ponerme al frente y pagaría el precio, había llegado al punto de no retorno.
Como es sabido, cada vez que Dios quiere hacer algo, lo primero que hace es establecer una relación de amor con un individuo  común, le muestra la visión, y luego llega esa santa seguridad al saberse que uno es invitado por Dios para la realización de la tarea. La seguridad no viene, en la mayoría de los casos, por experimentar una visión milagrosa, viene sin nada sensacional ni peculiar, es un asunto de obedecer al compromiso y responsabilidad de ser hijos de Dios. Debo decir, que Dios premia la fe de sus hijos en todas las épocas, así que, nada ni nadie podría detener a una mujer u hombre verdaderamente llamados por Dios a su ministerio. 
Existe un momento decisivo en el llamado que nos hace Dios, y esto es muy parecido a la salida del pueblo de Dios de Egipto. Moisés era un hombre 80 años, 40 años en el palacio y 40 años en el desierto. Todos esos años, Dios había trabajado con Moisés en su formación para la obra que emprendería. Por misterioso que parezca  el gran YO SOY, nos necesita, nos prepara y nos llama a Su servicio. Dios puede hacerlo solo pero nos da el privilegio de trabajar con Él! Se espera de los llamados que respondamos, y estemos dispuestos a pagar el costo humanamente hablando de la obra que Dios quiere hacer. Así que Dios hace grandes cosas extraordinarias por medio de Moisés y Aaron Sus siervos. Al fin el pueblo sale, ¡imagínense más de un millón de personas hacia el desierto para llegar a la Tierra Prometida! Llegan frente al Mar Rojo, es de noche, y sienten detrás de ellos, los cascos de los caballos y camellos, las ruedas de los carros de guerra, los gritos del Faraón y el ejército egipcio…El pueblo de Israel aterrado, fue a su líder Moisés y juntos clamaron a Dios, entonces, la respuesta de Dios a su siervo fue: “…¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.” (Éxodo 14:15). Moisés y su pueblo habían llegado al punto de no retorno. ¡Marcharon y triunfaron!
Hace 40 años, en Venezuela, nosotros llegamos a esa misma determinación. Estuvimos después de la Primera Marcha Evangelizadora, en el punto de no retorno y marchamos. En aquellos tiempos y de muchas maneras por la oración, la evangelización y el discipulado, Dios nos había estado hablando acerca de la gran obra que quería hacer desde nuestra Venezuela hacia el mundo. En aquellos años, los que estábamos al frente del Departamento de Evangelización, tuvimos que enfrentar muchas crisis y hacer los respectivos ajustes. Siendo honestos, ni yo mismo sabía adónde nos llevaría el Señor, pero teníamos un corazón apasionado por la clara dirección de Dios en lo que hacíamos, no nos importaba si nos llamaban fanáticos, tontos o locos, habíamos resuelto no defendernos -antes de tomar esa resolución ya habíamos orado por ello-, sino amar a todos los hermanos y hermanas de la obra sin distinción de ninguna clase.  De muchas maneras Dios nos había colocado en el punto sin retorno, y por lo tanto, no podíamos dar marcha atrás.
El fuego divino ardía en nuestros corazones por la experiencia de obedecer y servir a Dios, y por encima de todo, el anhelo de servir a su pueblo, manteniéndolo unido y armonioso sin importar el precio que tuviéramos que pagar por ello, esa era nuestra única autoridad y ancla segura. No podíamos fallarle a Dios culpando a otros de nuestro fracaso, ni tampoco causar división en la obra obedeciendo al complejo de mártir; la Marcha Evangelizadora no venía para dividir, sino para unir, sumar y multiplicar. Como el supremo objetivo de nuestra vida cristiana es glorificar a Dios y honrarlo, fue nuestro anhelo entonces y hoy también, responder al llamado divino y emprender grandes cosas para Dios, obviamente esto lleva implícita la idea de que cuando se llegue al éxito la gente diga, "¡Dios lo hizo!". ¡En este mismo sentir andamos!
Este año 2017, celebramos los 40 años de Marcha Evangelizadora, por ello, cuando lleguemos a Barquisimeto, los días 11-13 de agosto, estaremos allí para dar acciones de gracias al Señor, el sábado 12 de agosto, será la gran celebracion para decir como Moisés después de cruzar el Mar Rojo:
“Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios y lo alabaré. Dios de mi padre, y lo enalteceré. Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre.” (Éxodo 15:2,3).
En la Marcha Evangelizadora, hemos pasado 40 años de pruebas y triunfos; pero todavía no hemos llegado a la Tierra Prometida, del cumplimiento de la Gran Comisión, la fuerza que nos empuja; me atrevo a decir, que nos encontramos de aquí en adelante, en el vértice de una decisión: el punto de no retorno. ¡No podemos fallarle a Dios!
Oración:
Amado Padre Celestial:
¡Hoy es día de cantarte alabanzas por lo que has hecho en medio de nosotros! Te damos gloria por el llamado que nos hiciste a participar contigo en la búsqueda de aquellos que tú ya habías escogido, por medio de la oración, la evangelización y el discipulado. ¡Haz SEÑOR que como ayer, marchemos en tu nombre, y que tú Angel y tu columna de fuego vayan detrás de nosotros, ilumindando el camino por dónde hemos de andar. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La oración por los perdidos sin acción evangelizadora, es una ilusión.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 


viernes, 17 de marzo de 2017

40 años: “Somos victoriosos en Cristo”

faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Corintios 15:50-58

La XXVI de la Asamblea Anual de la Convención Nacional Bautista de Venezuela, se celebró en la ciudad de Guanare, del 3-7 de enero de 1977; el lema era: “Somos victoriosos en Cristo”, basado en 1 Corintios 15:57. En la primera sesión se dio lectura a una carta de los artistas José Luis Rodríguez “El Puma” y Lila Morillo, la cual se presentó a consideración de la Asamblea; era un proyecto Evangelizador de gran envergadura. La cantidad de dinero que el plan exigía, nos confrontó con la realidad de no tener fondos para respaldar  financieramente como Convención, un plan como el que estos reconocidos artistas solicitaban. La conclusión de la Asamblea fue apoyar el Plan a nivel de promoción. Así lo hicimos.
Al final de la primera sesión, llegó el momento de presentar mi informe como director del recién estrenado Departamento de Evangelización de la Convención y dentro del informe me correspondería dar a conocer el Plan Nacional de Evangelización 1977-1980. Yo había dedicado muchas horas a la elaboración del Plan, la Junta de Misiones presida por el misionero Donald Smith, lo había aprobado, pero la verdadera hora, tanto para el Plan como para mí, había llegado.
Entonces, el presidente de la Convención, Igdalías Núñez me dijo por el micrófono: “Mirá Francisco solo tenéis diez minutos, máximo quince. Empezá, pues”; me acuerdo tanto de sus palabras como de su marcado acento maracucho. Esbocé en ese tiempo, como pude, todo el Plan. Para la exposición, me ayudé con unas cartulinas y como lo traía impreso, muchos me iban siguiendo en la lectura. Al terminar me pareció que en la mente de los asistentes todos estaba tan claro como en la mía. Me equivoqué. La discusión del Plan se tomó toda la sesión de la tarde y parte de la mañana siguiente; recordé que en alguna parte leí un pensamiento que dice: “Nadie valora el triunfo si antes no ha sido cuestionado”. Los que han estado cerca de mí en todos estos años, saben que me refiero a la reunión de Guanare como la plataforma de lanzamiento de la Marcha Evangelizadora, porque así fue.
Agradezco al Señor que Él había trabajado conmigo primero en privado, aquella tarde en Maracay -unos meses antes de llegar a Guanare- aprendí como ser lleno del Espíritu Santo, y había llegado la oportunidad de dejar en Sus manos, nuestra victoria. Así en medio de aquel fuego de opiniones para aprobar el Plan, el mismo Señor de la Marcha y todo plan que en Su gracia nos inspire, siguió adelante; el hermano Pr. Morandi, quien había sido mi profesor de evangelización en el Seminario y estaba muy contento, me pasó un papelito que decía: “Querido Aular: recuerda que sólo se lanzan palos al mango que da frutos”. Esto me hace reflexionar también sobre cómo se sienten algunos hermanos nuevos en la fe, en medio de algunas de estas reuniones en las cuales con toda la libertad, no expresamos. Esto lo digo, porque había conocido a una señorita muy linda en Margarita, discípula de Boanerge y Luz Marina de De Armas, y Boanerge me contó que mientras se desarrollaba la reunión, la joven -que desconocía esa manera de discusión democrática y amplia-, le decía insistentemente, “¡Boanerge defienda usted al hermano Francisco!”, pero Boanerge le respondía: “¡No te preocupes, porque allí donde tú lo ves, Francisco tiene más paz que yo!”…
Sin embargo, al día siguiente: ¡Dios cambió tanto el tono de aquella reunión, como la dirección que tomaba! El siempre bien recordado hermano Guillermo Núñez Bríñez, solicitó que cesaran todas las preguntas y pidió el voto. Otra vez, Sonó la voz inconfundible de Igdalías repitiendo la moción: “Que se aprueba el Plan Nacional de Evangelización presentado ante esta Asamblea por el Director del Departamento de Evangelización, hermano Francisco Aular”. Me quede sentado y atónito, mientras la Asamblea votaba y aplaudía, todo al mismo tiempo. Así lo reseño el Luminar Bautista en su edición número 242: “Aprobación del Plan Nacional de Evangelización, propuesto por el Rev. Francisco Aular, para alcanzar a Venezuela para Cristo”. Con ese voto nació, por lo menos en papel, la Marcha Evangelizadora. Sin el apoyo de esa Asamblea no hubiéramos tenido el nacimiento del Plan Nacional de Evangelización con sus dos brazos principales: La Marcha Evangelizadora y el Ministerio Discipular. Después de cuarenta años de pruebas y triundos, la Marcha Evangelizadora sigue en pie por la autoridad que nos diera aquella memorable e inolvidable Asamblea Anual de nuestra amada Convención venezolana. Sólo podemos decir: “Somos victoriosos en Cristo”.
Cuando este año, lleguemos a Barquisimeto los días 14-20 de agosto para la acción de gracias al Señor por los 40 años de la Marcha Evangelizadora, el lema de la XXVI, lo volveremos a repetir: “Somos victoriosos en Cristo” ¡Los espero!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Perla de hoy:
¡La Marcha Evangelizadora no es para contarla, sino para vivirla!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 16 de marzo de 2017

40 años de pruebas y triunfos

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Deuteronomio 8:1-10
Recuerda cómo el Señor tu Dios te guió por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías sus mandatos. Deuteronomio 8:2 (NTV)
Hace muchos años, estaba de visita en una oficina de un pastor mexicano y allí leí un cartelito que decía:
Dinero perdido nada perdido.
Salud perdida, algo perdido.
Carácter perdido, todo perdido.
En efecto, en las pruebas y en los triunfos, se revela el carácter de los seres humanos. ¡Dios quiso forjar un pueblo de carácter para Sí y los sometió a un examen de 40 años! Después de aquellos años, ese pueblo conquistó la Tierra Prometida. A menudo en la Biblia, la palabra probar significa: ¡examinar el carácter! ¡La obediencia a Dios y sus mandatos es el verdadero carácter de un cristiano nacido de nuevo! ¡La obediencia es todo, la desobediencia es seguir el principio satánico de la rebelión! Por la desobediencia Satanás y sus demonios fueron echados del cielo, por la desobediencia Adán y Eva fueron echados del paraíso. Por nuestra desobediencia nosotros podemos servir de estorbo en la obra de Dios. ¡Señor ten piedad de nosotros y ayúdanos para obedecerte!
Desde el principio sabíamos que debíamos entrenar a hombres y mujeres de Dios para forjar a los futuros marchistas, estos primeros evangelizadores tendrían que aprender en cuatro días: a obedecer, a orar, evangelizar, discipular, quien es y como ser llenos del Espíritu Santo, tendrían que aprender a amar y a perdonar.
En otras palabras, tendríamos que reflejar el carácter de CRISTO por todas partes que fuésemos. Todo esto estaba en mi mente cuando llegamos a Barquisimeto e iniciar el Primer Adiestramiento aquel inolvidable lunes 15 de agosto de 1977. En efecto, este año estamos cumpliendo 40 años de aquel evento que marcó mi vida: La Primera Marcha Evangelizadora. Muchos acontecimientos han ocurrido en estos 40 años que han pasado revelando quienes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Hemos andado algunas veces “tres pasos hacia delante y dos hacia atrás” pero hemos continuado; nos hemos movido en medio de estrecheces como en aquella Primera Marcha, pero como en aquella ocasión, Dios nos ha sostenido con Su mano poderosa; el carácter de los marchistas y los directivos que han pasado por la marcha, han sido examinados una y otra vez, y allí seguimos; no hubiéramos podido llegar muy lejos si la Marcha Evangelizadora, hubiera llegado para dividir y no para multiplicar; nos hemos mantenido bajo la dirección general de la Convención Nacional Bautista de Venezuela, sea quien sea el director nacional de la Marcha evangelizadora sabe que su autoridad espiritual viene de la obediencia, el amor, el pedir perdón y perdonar.
Por otra parte, los tres adultos que me acompañaron a Barquisimeto, Pablo Jorgez, Jesús Bolívar y Francisca de Arias, ya están con el Señor. Del mismo modo se nos adelantaron en el viaje los amados pastores: Germán Núñez Bríñez y Enrique Montoya; Don Germán Núñez Bríñez, era el Secetario Ejecutivo de nuestra Junta de Misiones y Evangelización cuando surgió la Marcha Evangelizadora; el amado Enrique Montoya, fue un marchista total y capaz que dirigió por varios años las Marchas no solamente en Venezuela, sino también en otros países. Enrique nos dejó muchos frutos que hoy sirven al Señor en varios lugares de Venezuela y el Mundo.
También partió con el Señor, nuestro amado General Daniel Enrique Robayo Quintero.  Hombre de Dios de gran testimonio dentro y fuera de las filas de la obra. Hizo historia en la Fuerza Aérea de la armada venezolana. Él y yo, fuimos juntos a varios cuarteles y allí Daniel dio testimonio e invitó a sus compañeros de armas a venir al Señor, varios los hicieron, su amor por ellos y su pasión evangelizadora, la hizo patente aún después de muerto pues su testimonio fue leído en un memorial que se le hizo, a un mes después de su partida en la Iglesia Bautista Emanuel de la Castellana en Caracas. Allí desafió a los marchistas a seguir adelante con la Marcha Evangelizadora (MAREV). Igualmente, hizo un llamado a sus compañeros del aire a seguir a JESÚS. ¡Gloria al Señor por este gran siervo de Dios!
Pues bien, Daniel me acompañó desde 1982 y como él mismo me definió: “pastor, consejero, discipulador y amigo” así me quedo. Como deben saberlo honro las memorias de los me han acompañado a lo largo de estos 40 años y ya no están. Pero la lista es inmensa de los que están activos sirviendo con ese carácter marchista que los modela y define. ¡Gloria al SEÑOR!
También debo mencionar que aquellos jovencitos que estuvieron en aquella Primera Marcha con un promedio de 18 años de edad, hoy en día son profesionales en distintas ramas del saber humano, padres de familia, y obreros del SEÑOR, tanto en Venezuela como fuera de sus fronteras. Aquel evento que devino en ministerio, nos cambió a todos, y nuestras vidas se marcan en un antes y un después de la Primera Marcha, hace 40 años.
De todos modos todavía no hemos llegado a la Tierra Prometida del cumplimiento de la Gran Comisión, la fuerza impulsora que nos envió ayer, hoy y siempre. Así que el desafío de la oración, la evangelización y discipulado como movimientos permanentes del cristianismo, están allí:
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:19,20, NVI).
¡Mis amados seguimos bajo el examen de Dios de: Pruebas y triunfos!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Tu nombre es digno de ser alabado por tus hijos en toda la tierra. Hazme aprender que la evangelización es la mejor forma de invertir nuestra vida en otros; que como la mujer samaritana, tenga yo esa pasión evangelizadora, capaz de hacerme buscar a otros con tu mensaje. Ayúdame a sembrar, a cultivar y a cosechar para tu honra y gloria. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Nuestro Dios todavía esta en marcha y Él va con nosotros como nos los ha prometido. ¡Marchemos!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

miércoles, 15 de marzo de 2017

40 años de Marcha Evangelizadora

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Juan 4:35-42
¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. Mateo 4:35 (RV60)

Los hechos históricos son fundamentales en nuestras vidas como seres humanos, y la Biblia le da una gran importancia al número 40, al recordar y marcar un período de tiempo signficativo, enumero algunos
  • El diluvio vino después de 40 días de lluvia en tiempos de Noé.
  • Moisés pasó 40 días delante del SEÑOR y fue transformado por el toque divino.
  • David, enfrentó a Goliat después de 40 días, de oír sus amenazas de muerte.
  • JESÚS, pasó 40 días despues de resucitado con sus amados discípulos, y luego surgió la Iglesia.

Ciertamente, hace 40 años surgió en Barquisimeto en Venezuela, un esfuerzo evangelizador llamado la Marcha Evangelizadora. Dios mediante, este año los días 14-20 de agosto estaremos conmemorando 40 años de aquel gran evento que puso a otro nivel: La oración, la evangelización y el discipulado en nuestra denominación cristiana venezolana. ¡Este año, estaremos movilizándonos de una manera especial en todo el país e iremos por los que no han conocido el Regalo de la Vida Eterna en JESÚS! Como lo hemos hecho año tras año, desde entonces.  Rogamos que nos regalen sus oraciones, promuevan y de ser posible sean ustedes mismos participantes en esta gran fecha desde Barquisimeto.
En efecto, el 15 de agosto de 1977, un grupo de 25 jóvenes vinieron de distintos lugares de Venezuela hasta la bella ciudad de Barquisimeto -famosa por sus crepúsculos y su música- y después de 4 días intensivos de adiestramiento en la oración, la evangelización y el discipulado; y luego llenos del poder del Espíritu Santo fueron por los calles, plazas, pueblos y ciudades del centro del país, y alcanzaron a más de 400 personas para JESUCRISTO. ¡Lo demás es historia que se contará aquí en la tierra y en el cielo! ¡Gracias al Señor desde entonces hemos ido por toda Venezuela y muchos otros países! En esta hora en alguna parte de este planeta, nuestros marchistas siguen en acción, haciendo realidad nuestro lema: “¡La Marcha, no es para contarla, sino para vivirla!”
JESÚS, le dijo a Sus discípulos: “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.” (Juan 4:35, RV60) A veces me pregunto ¿qué harían los grandes hombres y mujeres de Dios de ayer al mirar los campos hoy en Venezuela y el Mundo? Todos ellos nos dirían, “No importa el tamaño de la crisis, CRISTO es la respuesta. ¡Pueblo de Dios pongámosnos en Marcha por la gran cosecha que nos espera.”
He aquí algunos ejemplos de lo que Dios ha hecho, con nosotros, estos 40 años, marchando…
Una jovencita de 16 años llegó a un pueblito al frente de su equipo de la Marcha Evangelizadora de ese año, el desafío era grande porque allí no teníamos “testimonio bautista”. Dios tenía para aquel equipo una gran cosecha, más de cuarenta personas aceptaron al Señor y también recibieron las lecciones de discipulado. Los integrantes del equipo regresaron a sus lugares de origen, pero aquella jovencita se quedó liderando al grupo de nuevos creyentes que se reunían debajo de un árbol de mango. Un hombre que tenía un depósito desocupado, al verlos reunirse allí, los invitó a que se reunieran en el lugar que les estaba ofreciendo. Así surge una nueva iglesia.
En otra ocasión, tres evangelizadores llegaron a Maracaibo, la segunda ciudad, al occidente de Venezuela, y en ese equipo está un famoso pianista; salen a evangelizar y llegan a un edificio, empiezan a tocar puerta por puerta, de repente de un apartamento se escucha una música clásica a todo volumen; el pianista evangelizador dice: “¡Allí tiene que vivir un músico, déjenme a mí compartir el evangelio!”. Tocan y tocan pero nadie responde; el jefe del equipo le dice al músico, “sigamos, tal vez el dueño de la casa está durmiendo”…, pero el pianista dice: “¡Eso es extraño!” Y volvió a insistir. Por fin, un hombre sale y los invita a pasar, el hombre dice: “¿Saben algo?, soy músico pero había resuelto poner fin  a mi vida…”. De allí en adelante el pianista tomó la palabra y al poco rato, los tres hombres se arrodillaron porque aquel hombre “había pasado de muerte a vida”.
Estamos en Fort Lauderdale en Florida, un grupo de amados hermanos viajaron desde Venezuela a Estados Unidos; son evangelizadores. Reciben una semana de adiestramiento y luego van casa por casa, en una ciudad del país en el que se supone, la gran mayoría de sus habitantes son cristianos nacidos de nuevo, pero no es así. Muchos estadounidenses son cristianos religiosos que necesitan a JESÚS; lo que pudieran ser obstáculos, el sol fuerte y el idioma inglés, son vencidos, y al final del evento, un mes después, sesenta personas forman una nueva iglesia.
Igualmente, en otra ciudad norteamericana, Toronto en Canadá, tres jóvenes llegan a visitar a un joven chileno-canadiense, él es un destacado jugador de fútbol, pero al mismo tiempo, la violencia que domina en su barrio, lo hicieron convertir en una fiera de las peleas callejeras y en los estadios. Uno de los jóvenes evangelizadores toma la palabra, le expone el plan de salvación, y el evangelizado acepta el regalo de la vida eterna en JESÚS. El joven nuevo convertido al Evangelio empieza compartir su nueva fe con los que le rodean, impacta a sus familiares, a sus amigos y conocidos; por su testimonio, más de una veintena de personas vienen a la vida eterna en ese primer año de convertido. Actualmente aquel hombre, conjuntamente con su esposa e hijos, son misioneros en España. Son la primera pareja hispana que salen enviados desde Canada.
¿Qué tienen todas las historias en común? Pues, que no importa el evangelizador -Dios lo usará de todas maneras-, no importa el país, el barrio, el idioma, el nivel social y económico, el sistema político o cultural, lo que sí importa es obedecer a JESÚS, predicar su Evangelio, porque alguna persona estará lista esperando por alguien que le lleve el Mensaje de Salvación. Sea quien sea esa persona que esté por convertirse al Evangelio, nos ayudará a cambiar al mundo, porque una gran cosecha nos espera: “…He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. (Juan 4:35, RV60). ¡Sigue haciendo historia en esto 40 años!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Tu nombre es digno de ser alabado por tus hijos en toda la tierra. Hazme aprender que la evangelización es la mejor forma de invertir nuestra vida en otros; que como la mujer samaritana, tenga yo esa pasión evangelizadora, capaz de hacerme buscar a otros con tu mensaje. Ayúdame a sembrar, a cultivar y a cosechar para tu honra y gloria. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Evangelizar es una cruz clavada en el alma del evangelizador y ésta lo obliga, por amor a su prójimo y en obediencia, a ir a la zona incómoda.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?