martes, 31 de marzo de 2015

El corazón del Evangelio

Francisco Aular
Lectura devocional: 1 Corintiios 2:1-5
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 1 Corintios 2:2 (RV60)

El apóstol Pablo, sin duda era el discípulo cristiano de mayor preparación intelectual con que contaban las iglesias del primer siglo. Su elevadísima cultura filosófica, pues, sin duda, había leído y estudiado a los principales filósofos griegos y romanos que le habían precedido en esto tenía un lema “Examinadlo todo; retened lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:21); a esto se añade,  el dominio de los idiomas principales de aquel tiempo, y su trasfondo religioso de su pueblo “soy judío…instruido a los pies de Gamaliel” (Hechos 22:3), Por cierto Gamaliel es uno de los grandes maestros de Israel de todas las épocas. Sin embargo, Pablo conjuntamente con los demás autores del Nuevo Testamento había comprendido que la cruz de Cristo era el corazón del Evangelio. Su declaración descansaba en las palabra de JESÚS mismo dichas a Nicodemo, en el inicio de Su ministerio en esta tierra: “Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna” (Juan 3:14-15 NVI) Igualmente, la Palabra dice: “Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días” (Marcos 8:36 RV60).
Por otra parte, Pablo sabía que el mensaje del Mesías crucificado, no era popular. La crucifixión de JESÚS, era un escarnio público: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)” (Gálatas 3:13 RV60). También sabía que era un escándalo para los judíos y una tontería “locura” para los que no son judíos, como lo sigue siendo hoy en día para los incrédulos. “Nosotros les anunciamos que Jesús es el Mesías, ¡y que murió en la cruz! Para la mayoría de los judíos, esto es un insulto; y para los que no son judíos, es una tontería” (1 Corintios 1:23 La Biblia en lenguaje actual)
En efecto, pase lo que pase, se burlen de nosotros o no, el mensaje de la cruz sigue siendo el corazón del Evangelio. Como ya lo he dicho, Pablo podía sentirse orgulloso de ser el apóstol de mayor preparación intelectual, de su trasfondo religioso, de los idiomas que dominaba, de las tres culturas y ciudadanías que poseía, y aún de su brillante carrera ministerial, la cual todavía está lejos de ser superada. Sin embargo, el corazón del Evangelio para él, era la cruz. Por favor, no vaya entender que se refería a ese símbolo que usted puede llevar consigo de madera, plata u oro. No. Lucir la cruz de esta manera, sería como llevar una silla eléctrica en miniatura de un familiar que ha sido electrocutado inocentemente. ¡No es a la cruz que adoramos sino a JESÚS!, quien murió en la cruz, y el significado de Su muerte por nosotros: “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo” (Gálatas 6:14 RV60) ¡Éste es el corazón del Evangelio!
Oración:
Padre eterno:
Amado Señor, gracias por enviar a JESÚS a este mundo para que por Su muerte en la cruz hiciera posible mi salvación eterna, saber que Él murió por mí y en mi lugar, me hace humillarme bajo tu gracia, tu amor y justicia. Ayúdame a predicar este mensaje de la cruz, en el Nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Tanto la gracia como la justicia de Dios se ven en la Cruz del Calvario.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

lunes, 30 de marzo de 2015

Una muerte anunciada

Francisco Aular
Lunes, 30 de marzo de 2015
Lectura devocional: Salmo 22
(Cristo)Si hubiera sido necesario ofrecerse repetidas veces, varias veces habría muerto desde el principio del mundo. ¡Pero no! Ahora, en la consumación de los siglos, una vez y por todas en la cruz se ofreció en sacrificio para quitar de en medio el pecado…Cristo fue ofrecido en sacrificio por los pecados de muchos. Hebreos 10:26, 28 (Nuevo Testamento: Lo más importante es el amor, 1972)

El restaurante Splendor, que quedaba enfrente del estudio fotográfico en el cual yo trabajaba en las caraqueñísimas esquinas de Reducto a Municipal, estaba lleno ese mediodía, serían como las 12 y 45 minutos, cuando los que estaban viendo el Show de Víctor Saume por Radio Caracas Televisión, oyeron la noticia. Entonces, se escuchó un rumor que luego se convirtió en grito: “¡Asesinaron al Presidente John Kennedy!” – John y su esposa Jackie en sus intentos de hablar español, se habían ganado el cariño de los venezolanos, en su visita a Venezuela inaugurando su proyecto Alianza para el Progreso-. Entre esos afectos, el mío. Ahora aquel hombre había sido vilmente asesinado en su propio país. Era, el 22 de noviembre de 1963. Pienso que si el Presidente John F. Kennedy, hubiera sabido de antemano que sería asesinado y que la muerte lo estaba esperando en la ciudad de Dallas en Texas, en aquel día, él nunca hubiera ido.
Sin embargo, la muerte de JESÚS, se había anunciado, se había profetizado y Él, sí sabía de antemano que la muerte, y la forma de su muerte le esperaban “Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén” (Lucas 9:51 RV60) igualmente, en Su agonía en Getsemaní exclamó sabiendo que estaba en el punto de no retorno en el plan eterno de la salvación para el ser humano: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42) Sí, la cruz de JESÚS, fue una muerte anunciada ¡aún antes de la fundación del mundo!: “Hace mucho tiempo, antes de que formara al mundo, Dios nos escogió para que fuésemos suyos a través de lo que Cristo haría por nosotros; y resolvió hacernos santos, intachables, por lo que hoy nos encontramos revestidos de amor ante su presencia. Su inmutable plan fue siempre adoptarnos en su familia enviando a Cristo para que muriera por nosotros, y esto lo hizo voluntariamente en todo sentido” (Efesios 1:4-5 Lo más importante es el amor) Los especialistas bíblicos nos dicen que más de trescientas profecías del Antiguo Testamento, se cumplen en JESÚS en toda Su vida, pasión y muerte. Mientras escribo esto, tengo delante de mí, en mi Biblia personal subrayada 29 profecías que hablan de la traición, muerte, sepultura de nuestro Señor Jesucristo, fueron pronunciadas en diferentes oportunidades por muy diferentes voces y escritores durante los cinco siglos 1000-500 A.C., y ¡asombrosamente, todas ellas fueron cumplidas literalmente en JESÚS en un período de veinticuatro horas de duración! Esto nos revela que JESÚS es quien dijo ser: “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lucas 24:44 RV60)
Frente a la imposibilidad de que algo así ocurriera con cualquier ser humano, tenemos delante de nosotros -según el escritor inglés C.S Lewis-, un trilema planteado  ante la pregunta ¿Quién es JESÚS?: ¿Señor, mentiroso o lunático? Y concluye así: “Un hombre que fuera solamente un hombre y dijese las cosas que JESÚS dijo, no sería un gran maestro de moral. Podría ser un lunático con delirios de grandeza, o bien podría ser el mismo diablo del infierno. Le corresponde a usted decidir. Si este hombre fue, y es, el Hijo de Dios; o si es un demente; usted puede tacharlo de demonio, o puede caer a sus pies y llamarlo Señor y Dios. Pero no venga con un aire de superioridad a decir que JESÚS fue un gran maestro de moral. Él no nos ha dejado esa alternativa”… ¿Qué responderás?
Oración:
Padre eterno:
Sí, me doy cuenta que JESÚS es quien dijo ser mi Señor y Salvador. Y por eso, gracias a las profecías que anunciaban la muerte de JESÚS por mí, me inclino ante Él y lo adoro con profunda reverencia. Ayúdame a proclamar a tu Hijo como el único camino hacia ti. En el Nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
El cumplimiento de todas las profecías en JESÚS, revelan que es la historia más hermosa del amor de Dios que jamás se haya dicho.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?

¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

viernes, 27 de marzo de 2015

Tragedia y triunfo

Francisco Aular
Lectura devocional: Marcos 15:21-41  
Mas Jesús, dando una gran voz, expiró. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. Marcos 15:37-39 (RV60)

“¡Mira Francisco, se parece a una calavera!”, me dijo el hermano pastor Ramón Bejarano, al ver la colina que se levanta de doce a quince metros desde el Jardín de la Tumba. El lugar es redondeado en la parte superior, un par de cavernas, una roca saliente como una nariz, una hendidura larga en forma de boca, y una protuberancia más abajo, como una quijada. “¡Asombroso parecido, asombroso!” Respondí.
Desde luego, que cuando uno viaja por tantos países se encuentra con lugares famosos, marcados por la historia, pero ninguno tan famoso como el Calvario. Allí se cometió el crimen más horrendo de todos los tiempos, y la próxima semana, todos viajaremos hasta el Calvario con JESÚS, nuevamente, para escuchar las Siete Palabras pronunciadas por Él en la cruz, porque estas palabras son tan actuales como cuando JESÚS las pronunció por primera vez. En realidad son frases coherentes de nuestro Señor y Salvador:
Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Es la palabra de perdón para aquellos ciegos y muertos espirituales que lo llevaron a la cruz, y para nosotros. Así es, hoy todos nosotros, a más de dos mil años, sí sabemos lo que hacemos, cuando rechazamos su mensaje de amor, fe y esperanza.
Hoy estarás conmigo en el paraíso.” Es la palabra de seguridad al ladrón que se arrepiente de sus pecados y confiesa su fe y confianza en JESÚS.
La palabra de la  responsabilidad y provisión social hacia la mujer, su madre -la mujer que Dios eligió para que JESÚS se encarnara por el poder del Espíritu Santo (Lucas 1:31)-, y hacia Juan, el discípulo amado: “Mujer he ahí a tu hijo…”, y al discípulo: “He ahí a tu madre”.
Luego vendrá la palabra de posición: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” JESÚS asume nuestra posición como pecadores; ¡nuestros pecados hacen separación entre un Dios santo y el ser humano pecador!
Sed tengo…” es la palabra de padecimiento como Hombre entre los hombres.
Así, llegamos a la palabra que hace un inventario, y sabe que la deuda ha sido cancelada: “Consumado es.” ¡Quiere decir que la historia de la salvación ha llegado a su final! Jesús pagó todos los requisitos que la santidad absoluta de Dios exigía: “El justo por lo injustos para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:8). ¡Este es el Evangelio! ¡Son las buenas noticias de salvación! ¡Las puertas de los cielos se han abierto de par en par! Ahora, sí podemos vivir y morir en paz.
Nuestro Señor y Salvador exclama con todas las fuerzas que le quedan: “Padre, en tus manos, encomiendo mi espíritu.” ¡Fue una entrega de confianza total en el Padre! Cuando el centurión dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios, la tragedia y crisis de la cruz se convirtió en triunfo.
Las Siete Palabras
                        I
“Padre”, exclama el divino penitente:
“Perdónalos porque no saben lo hacen”…
Mientras la sangre resbala por su frente,
grita la turba con  palabras tan hirientes
que a los enemigos de JESÚS complacen…
                         II       
Pero un ladrón reconoce que es pecador    
Y a un paso de la muerte vino a JESÚS, sumiso
Y JESÚS le dio seguridad total a su clamor,       
y al hablar le dio su gracia y su perdón:                                                    
“Hoy estarás conmigo en el paraíso”…
                         III
“Mujer he ahí tu hijo…, hijo he ahí tu madre”,
Sonó aquella voz del Bienamado…
Ofreciéndole a ambos provisión total
Mientras Él agonizaba en la cruz clavado,
Porque es Amor que derramó su esencia,
Que a todo pecador da su presencia…
Y nunca lo deja abandonado.
                         IV
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado”…
Allí está JESÚS en una soledad total
Su sangre brota de sus manos y
Costados…
Palabra que traspasan el ámbito
eternal…
Palabra de victoria
Sin igual…
                         V
“Tengo sed”, hoy me duele repetirlo
es Palabra que lastima el corazón
qué fuerte para mí…, poder decirlo
y como JESÚS poder vivirlo…
En medio de la angustia y el dolor…
                          VI
“Consumado es”, el Plan de salvación
Terminada es la obra redentora
Es cumplimiento total
Al activar la fe salvadora…
El ser humano por su gracia es ¡inmortal!…
                         VII
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”
Padre mío, volver quiero a tu lado,
en esto mi confianza es total….
Como a JESÚS un día viernes,
la muerte tocará el portón…
Pero el domingo, ¡resucitaremos en gloria!…
Entonces con gozo exclamaremos:
 “¿Dónde está, oh muerte
tu aguijón?…”
“¿Dónde, oh sepulcro,
 tu victoria?…”
Francisco Aular
Toronto 05042012             
Oración:
Amado JESÚS:
SEÑOR, Tú nos dices en tu Palabra que existe “tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar”, hoy es el tiempo de recordar, una vez más, la verdadera razón para vivir y morir: Tú. Ayúdame a cumplir con el propósito de anunciar esta verdad: Nadie vivió como tú viviste, nadie sufrió como tú sufriste, nadie murió como tú moriste. Que no tenga yo un corazón indiferente ante la inmensidad de tu amor por mí. Oro en tu Nombre mi amado JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Alabe al Señor JESÚS, porque el triunfo del Crucificado en la cruz es nuestro triunfo también.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


jueves, 26 de marzo de 2015

Los tulipanes de mi jardín

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Génesis 8:14-22
Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, y días y noches. Génesis 8:22 (NVI)

Vivimos siete años en una misma casa que por ser la primera casa que rentamos al llegar a este país, se metió en mi corazón; allí vivimos años muy felices, los años de nuestro comienzo y vimos a nuestros hijos salir del hogar para formar el suyo propio; guardo de ella muchos recuerdos, uno de ellos, el de cuatro hermosos tulipanes que nacían en nuestro pequeño jardín. Los tulipanes nos anunciaban sin faltar que la cita con la primavera había llegado. La vida de aquellos cuatro tulipanes rojos era breve, quizás una semana y media. Algunas veces, aquí, el invierno se niega a marcharse, así que, una helada caía sobre ellos, otras veces, los sacudían las tempestades de finales de marzo o comienzos de abril, pero ellos, aunque maltrechos, seguían luciendo su traje impecable de color carmesí, adornando el frente de nuestro hogar. Cuando los tulipanes morían, dejaban sus bulbos en la tierra, porque así, garantizaban su resurrección al año siguiente. Nos olvidábamos de los tulipanes, y plantábamos nuevas flores, las cuales duraban todo el verano, pero éstas, al caer el otoño, morían.
Un año mis suegros vinieron a visitarnos, justamente a comienzos del otoño, don Enrique era un amante y experto en la jardinería, preparó el terreno para la primavera siguiente, eso incluyó remover la tierra varias veces; se me olvidó decirle sobre los cuatro tulipanes. ¿Se habrían ido para siempre? No. Esa siguiente primavera y por siete años que vivimos allí, sus retoños se levantaban de nuevo para anunciarnos, llenos de alegría, que la primavera había llegado.
En efecto, en la primavera, todo reverdece, florece y prospera. Aunque los seres humanos no hemos tratado con cuidado la creación de Dios, Él permanece fiel a su promesa de que: "Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha,  frío y calor,  verano e invierno, y días y noches".
Cómo los cuatro tulipanes de nuestro jardín, un día vendrá el duro invierno al final del otoño de nuestra vida; contrario a lo que pregonan algunas nuevas doctrinas, en cuanto al verdadero propósito de nuestra vida, ¡no hemos venido a este mundo para no sufrir! La vida humana sigue siendo breve y llena de muchas dificultades, aun para los seguidores de la fe cristiana. Nunca el Fundador del nuestra fe nos prometió que las riquezas financieras y una excelente salud acompañarían a los que crean en Él. Aunque sus bendiciones temporales pueden alcanzar esos aspectos también, eso, no es lo fundamental. JESÚS murió a los treinta y tres años, no en un hospital cinco estrellas, ni en las comodidades de una casa; sino en una despreciable cruz como un malhechor. Todos sus Apóstoles, exceptuando a Juan, murieron como mártires. El cristianismo es un jardín y los cristianos somos las flores, que como los tulipanes, vivimos para otros y para anunciar la vida que nunca se acabará; aquí en esta tierra habrá siempre injusticias y con ella el dolor del ser humano, pero hemos venido a embellecer a este mundo, con nuestra presencia temporal, nuestra fortaleza de espíritu y, nuestro ejemplo en medio del sufrimiento, del dolor, los problemas y las circunstancias, pero ¡JESÚS en nosotros es nuestra esperanza de gloria! Un día, saldremos de este mundo, nos cambiaremos de dirección, nada más, porque vendrá el día de  nuestra resurrección, sólo que en esa oportunidad: la primavera y nuestra belleza serán para siempre.
Oración:
SEÑOR Todopoderoso:
Tú y sólo tú, has cambiado mi lamento en una fiesta. Tu mano poderosa me mantiene en pie. La vida que vivo en mi cuerpo es tuya. Ayúdame a entender que no puedo entrar con este cuerpo al cielo que me has prometido; como tú, necesito ser sembrado para poder nacer en la primavera de la resurrección. ¡Gracias por esta esperanza en la cual descansa mi alma! En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
La esperanza no nos conduce a JESÚS, es JESÚS que nos conduce a la esperanza, a la fe, al amor y a la vida eterna.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


domingo, 8 de marzo de 2015

Mujer: ¡Eres valiosa!

Francisco Aular
Lectura devocional: Proverbios 31:10-31      
Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas. Proverbios 31:10 (La Biblia de las Américas)

Mujer: ¡Eres valiosa! Porque Dios te ha hecho entre las más escasa y costosa de todas las joyas; eres el más sublime de los ideales con que un verdadero hombre sueña y espera. Mantén por encima de tu belleza física, tus modales gentiles y femeninos: Simplemente sé mujer.
Mujer: ¡Eres valiosa! Porque eres el corazón del hogar desde que naces y allí eres reina, eres el amor que resucita por el poder de tus lágrimas y la verdad de tus hechos dentro de tu pequeño reino; la razón se viste contigo para ser hermosa, y poner belleza en sus justos juicios; la justicia se tapa los ojos para no ver tu llanto cuando uno de tus seres queridos te ha fallado. Simplemente sé mujer.
Mujer: ¡Eres valiosa! Porque así como Dios pudo crear muchas cosas de la nada, a ti te creó del hombre, y conjuntamente con él, has hecho tu trabajo con amor, y por eso, puedes tomar la casa más humilde y convertirla en un reino, las ropas más pobres volverlas bellas, y hacer de la comida más sencilla, un banquete continuo. Nadie como tú para secar lágrimas con tus lágrimas; no te desanimes al repetir las actividades de cada día; el amor, el perdón y la oración son tus compañeros de viaje durante la vida, y por eso, Dios hace milagros contigo. Como Dios, tú sonreías en medio de los dolores de la maternidad, porque sabías que estabas dando a luz a un ser que con tus cuidados maternales tenía posibilidades infinitas de triunfar; en fin, haces un deleite de cada deber en el hogar. ¡Eres una verdadera mujer de Dios y con Él construyes un mundo mejor! Simplemente sé mujer.
Mujer: ¡Eres valiosa! Por ello, en esta hora, me uno a los hombres que desde la antigüedad han cantado para ti, y te dedico,
Romance a la mujer
Francisco Aular
Si quieres ser un rosal
que perfuma la ribera.
Si quieres ser manantial
que surte de agua fresca.
Si quieres ser como águila,
volar con tus fuerzas nuevas.
Si quieres ser como lluvia
bendición sobre la tierra.
Si quieres ser como el viento
que no conoce fronteras.
Si quieres ser esa mano
que mueve la cuna nueva.
Si quieres ser el consejo
que en el corazón se lleva.
Si quieres ser el lucero
que echa fuera las tinieblas.
Si quieres ser valentía
que ni el dolor remueva.
Si quieres ser la alegría
que vence toda tristeza.
Si quieres ser el motivo
en que se inspire el poeta.
Si quieres que te admiren
por tu mente y tus ideas.
Si quieres  ser una vida
que va dejando la estela.
Si quieres valer un precio
que sobrepasa el de las perlas.
Si quieres amar a Dios
Mucho más que a tu belleza.
Si quieres  como la hormiga
Ahorrar para lo que venga.
Si quieres ser lo que eres:
lo más bello del planeta.
Sólo sigue siendo tú: ¡Mujer!
Porque tu nombre encierra
misterio, amor y comprensión.
Las virtudes más excelsas:
Madre. Esposa. Hija.
Hermana. Nieta y Suegra.
Si quieres, encima, llevar el
dulce nombre de Abuela.
No detengas tu andar
hermoso como de reina.
De principio hasta el final
¡que viva la diferencia!
Por eso yo no me canso
de admirarlas y quererlas,
porque para eso Dios te hizo
del hombre, ¡su compañera!
© Manassas, VA, 8 de marzo de 2005
Oración:
Amado JESÚS, tú, que elevaste la condición de la mujer rescatándola de la esclavitud, y de ser solamente objeto de placer del hombre; la has elevado a las alturas dentro de tu plan para, con la sensibilidad que la acompaña, embellecer nuestras vidas y poner ese toque femenino tan esencial en las relaciones humanas. En este día oramos porque las mujeres tengan un conocimiento pleno de ti y de tu gracia, para compartirla con las demás mujeres que no te conocen. Amén.
Perla de hoy:
Si quieres ser lo que eres lo más bello del planeta. Sólo sigue siendo tú: ¡Mujer!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo