martes, 17 de febrero de 2015

¡Vamos por ellos!

Francisco Aular 
Lectura devocional: Proverbios 24:10-12
Libra a los que son llevados a la muerte;
 salva a los que están en peligro de muerte. Proverbios 24:11 (RV60)

Escribo estos pensamientos al filo de la media noche. En esta ciudad -a pesar de ser muy silenciosa y segura de noche-, escucho los lamentos de un perro en la distancia, es posible que sus dueños, no han llegado todavía a casa; agudizo mis oídos y a lo lejos escucho una ambulancia, y como oraba mi mamá, al escuchar ese inconfundible ulular, la oración de ella la hago mía: “¡Qué Dios bendiga a esa persona que llevan allí!”. Además me pregunto: ¿Será salvo o no? En efecto, esta ciudad con sus seis millones de personas en el Gran Toronto es bella en todas las épocas del año, pero no somos muchos los cristianos nacidos de nuevo que habitamos en ella; es posible que un poquito menos de la mitad de los habitantes de esta ciudad, no hemos nacido en Canadá, por lo tanto, el mosaico religioso y cultural es inmenso…
En efecto, ¡Toronto, es un mundo en miniatura! Sin embargo, es la ciudad menos evangelizada en toda América del Norte. Es un campo misionero, como alguna gran ciudad de la China o de la India. Entonces, sin querer nos dividimos en el campo de la fe, entre “ellos” y “nosotros”; confieso que esta noche estoy inquieto. Acabo de ver las noticias de cierre del día, y nuestro mundo: ¡Está ardiendo por los cuatro puntos cardinales! Pareciera que las riendas y los cascos de los cuatro caballos y los cuatro jinetes del Apocalipsis, se hayan puesto en acción, llevando a los jinetes del anticristo, la guerra, el hambre y la muerte. Me asomo al balcón de mi casa, e intercedo en oración delante de mi único Señor y Salvador, JESÚS. Vierto en Su presencia y con mis ojos abiertos, clavados en la oscuridad de la media noche veo las estrellas en el horizonte infinito, sé que Dios conoce que  mi preocupación por la salud espiritual de la ciudad en donde vivo al igual que por las otras naciones del mundo, es genuina -entre ellas a mi patria Venezuela-, esto hace que en Su presencia no pueda obviar la clasificación de los seres humanos que, Él mismo, hizo al decir: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10) ¡Salvados y perdidos! Así que, al final de la oración, lleno y fortalecido por Él, le digo con resolución apasionada, Señor: ¡Vamos por ellos!
En la lectura devocional de Proverbios 24: 10-12, podemos encontrar las razones de porqué debemos evangelizar a los hombres y mujeres de nuestra generación. Estoy seguro que en este día la única esperanza que les podamos llevar es la Buena Noticia que oirán de nuestros labios. Lo que Dios ha hecho por nosotros desde el día en que nacimos de nuevo, es el testimonio principal de nuestro mensaje al mundo sin Dios y sin esperanza. Son muchas las razones bíblicas pero en esta ocasión nos enfocaremos en una:
¡Vamos por ellos!  Porque esta es la razón principal por la que todavía estamos en la tierra, debemos trabajar mientras todavía el día dura: “Si fueres flojo en el día del trabajo” (v.10) Existen tres únicas posibilidades frente al plan de Dios para nuestra salvación, desde el punto de vista del ser humano:
·      La salvación es el esfuerzo del ser humano pecador por medio de las buenas obras.
·      La salvación es el esfuerzo del ser humano pecador y de Dios.
·      La salvación es el esfuerzo de Dios solo a favor del ser humano pecador.
La Biblia nos dice que la tercera posibilidad es la verdadera porque la salvación es un regalo. Alguien dijo: “La religión y la filosofía han sido definidas como el mejor intento del ser humano para encontrar a Dios, en cambio, JESÚS ha sido definido como el mejor recurso de Dios para llegar al ser humano.” “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8) Es más, el verdadero propósito de la creación del ser humano es para que sea parte del plan de Dios, desde la eternidad y hasta la eternidad: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10) Pero todo este amor, perdón y gracia, no se aplican automáticamente al ser humano para salvarlo, el pecador debe poner toda su confianza en JESÚS y arrepentirse de sus pecados, y nacer de nuevo.  ¡Ninguna cosa buena que hagamos para la gloria de Dios, será tan especial, como conducir personas a Sus pies! ¡Nosotros tenemos que llevarles la buena noticia del amor y perdón de Dios! Es ahora o nunca. Echemos bien lejos de nosotros la pereza y las excusas, dejemos de hacer cosas buenas pero secundarias. La evangelización es prioridad uno en nuestro trabajo en la obra del Señor: “Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.” (Lucas 14:23)
Oración:
Padre eterno:
Estamos a medianoche y pronto tu Día vendrá. Ayúdame dándome fuerza, valor y claridad al hablar tu Mensaje de Salvación frete a un mundo en llama y confundido. ¡Gracias por invitarme a ser parte de tu plan para proclamar tu Evangelio a tiempo y fuera de tiempo! Dios, tu prometes que tengo tu preciosa compañía hasta el fin del mundo! Así que mi amado Señor y Salvador: ¡Vamos por ellos!
Perla de hoy:
La urgencia del mensaje del evangelio, nos dice que el reloj de los tiempos está llegando a su final; es hora de ir: ¡Vamos por ellos!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?

¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

viernes, 13 de febrero de 2015

Hoy canto al amor y a la amistad

Francisco Aular 
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Corintios 13:1-13
El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano. Proverbios 18:24 (RV60)

¡Hoy le canto al amor y a la amistad!, porque la amistad es el campo donde cultivamos a los amigos que hemos sembrado con amor.
¡Hoy le canto al amor y a la amistad!, porque he tomado la decisión, desde muy joven, de mostrarme amigo para tener amigos, y porque la Palabra de Dios dice: “En todo tiempo ama al amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia” (Proverbios 17:17). El amigo es “alguien que multiplica el gozo y divide la pena, y cuya fidelidad es inviolable”; el amigo es “alguien que comprende nuestro silencio”; es “una enciclopedia completa de simpatía”; “un reloj que da la hora correcta y nunca se atrasa”; pero más importante que todo esto es comprobar que, “un amigo es uno que llega cuando todos se han ido”…
¡Hoy le canto al amor y a la amistad!, porque soy constructor de puentes y no de muros, y quiero ver cruzar por el puente de mi amistad a mis amigos con sus niños en los brazos, y sobre los profundos abismos y furiosos torrentes de los problemas, sufrimientos y circunstancias que nos amenazan como seres humanos. Honraré la confianza que me han dado; no revelaré a nadie lo que me han confiado, ni me reiré de sus errores porque “quien perdona, gana un amigo; quien no perdona, gana un enemigo” (Proverbios 17:9; La Biblia en lenguaje actual). No haré caso de la lengua de los perversos porque “el que es malvado y chismoso  provoca peleas y causa divisiones” (Proverbios 16:28; LBLA). Me cuidaré de las bromas pesadas y de mal gusto que hagan sonrojar al amigo: “Como el que enloquece, y echa llamas y saetas y muerte, tal es el hombre que engaña a su amigo, y dice: Ciertamente lo hice por broma” (Proverbios 26:18,19; RV60).
¡Hoy le canto al amor y a la amistad!, porque la amistad me brinda la oportunidad de compartir todas las esperanzas y pensamientos positivos que abrigo en mi mente para mis amigos, “todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8 RV60).
¡Hoy le canto al amor y a la amistad!, porque desde que tengo memoria, Dios ha utilizado a mis amigos para ayudarme a ser quien soy; tengo el recuerdo viviente de mis amigos de la primavera de mi niñez y juventud, los del verano de mi vida cuyo amor se extendió hacia mis hijos, amándolos y cuidándolos como lo más preciado y como a sus propios hijos; y sobre todo, los que me acompañan en estas horas del otoño e invierno, en mi breve transitar por este mundo; sepan mis amados todos que, “ningún amigo puede llenar el vacío de otro amigo”.
¡Hoy le canto al amor y a la amistad!, porque algunos de mis amigos ya están en el silencio y la distancia, pero todavía siento el latir de sus corazones muy cerca del mío; gracias al Padre que hizo posible que en un momento de nuestras vidas anduviéramos juntos en la peregrinación camino a la Patria Celestial, en donde, “no habrá más separación, ni dolor, ni lágrimas. ¡Nos veremos allí!, porque, “con un buen perfume se alegra el corazón; con la dulzura de la amistad se vuelve a la vida” (Proverbios 27:9; LBLA). Por eso: ¡Hoy le canto al amor y a la amistad! ¡Feliz día para todos!
Oración:
La gente de nuestro tiempo
No sabe lo que es el amor;
Que vive perdiendo el tiempo,
Buscando y sin encontrar.
Amor es el entregarse en alma
y cuerpo a la humanidad.
Vivir siempre sirviendo,
Sin que tú esperes algo
para ti. 
Jorge Clark Ramírez: Himnario de alabanza evangélica # 304, EMH, 1997
Perla de hoy:
Los discípulos del Señor al ser y hacer amigos, predicamos en alta voz.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?

¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 12 de febrero de 2015

Impulsados por el Espíritu

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Hechos 4:8-22
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8 (RV60). Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo… Hechos 4:8 (NTV)

Entre los primeros evangelizadores que tuvimos en aquella Primera Marcha Evangelizadora, hubo un jovencito boliviano llamado Johnny Barrientos, de unos 16 años; Dios lo usó grandemente en aquel evento. Por supuesto, para la Segunda Marcha, Johnny fue uno de los primeros que estuvo en Tía Juana, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, en Venezuela. Me enteré -por medio de otros evangelizadores que venían de la Iglesia Bautista Emanuel de la Castellana en Caracas-, que ese año, Johnny había finalizado sus estudios de la escuela secundaria, y que por haber sido tan buen estudiante, sus padres lo habían premiado con un viaje a Disney World, en Orlando. Me acerqué y le agradecí que estuviera con nosotros, y él me respondió: “Mi lugar está aquí, y estoy feliz”. Demás está decir que el sacrificio de aquel joven no fue en vano, Dios lo usó, no solamente para evangelizar y discipular con efectividad, sino también para impactar a otros, entre ellos, a un par de pastores que nos visitaron desde Colombia, el doctor Carlos García y el Rev. Antonio Balanta. Sin duda, Johnny había sido impulsado por el Espíritu Santo, y estaba allí para ser usado por Él. ¡No sería el único! La historia de la evangelización de la nación venezolana, y particularmente, entre mi denominación, la bautista, ha sido impulsada por el Espíritu Santo, aquí no estamos hablando de teorías, sino de vidas ordinarias haciendo cosas extraordinarias para la gloria de Dios.
En efecto, como Director del Departamento de Evangelización de la Convención Nacional Bautista de Venezuela en aquellos años, era mi privilegio dirigir la palabra a muchas personas en iglesias, eventos, y también, persona a persona frecuentemente, por medio de ello, yo los entusiasmaba, reclutaba, entrenaba y enviaba. La pasión evangelizadora nos dominaba e impulsados por el Espíritu Santo, Dios hacía la obra. En uno de aquellos eventos, llegó un hombre comerciante, cerca de los cincuenta años, él vino a hablarme de su preocupación por la falta de fruto en la evangelización personal, todavía me parece verlo allí en el inicio de aquel Adiestramiento caminando hacia el estadio de beisbol, diciéndome: “¡Francisco, no sé qué pasa conmigo, si Dios no me usa aquí, entenderé que la evangelización no es para mí!”. Nos detuvimos y oramos, para que tanto a él como a mí, Dios nos llenara con su Santo Espíritu. Anhelábamos que el Espíritu Santo nos impulsara, no para tener sensaciones y emociones, sino para hacer la obra, para lo cual, todavía estábamos en esta tierra: orar, evangelizar y discipular. Aquel hombre fue tan útil trayendo personas al Señor, en aquel evento, que después de la Marcha Evangelizadora de ese año,  él y su familia rindieron sus vidas al Señor, y llegó a ser un pastor muy usado por Dios.
¿Has pensado alguna vez que la vida cristiana es mucho más de lo que has experimentado? JESÚS dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10b RV60). ¡Esa vida abundante es el resultado de ser nacido de nuevo, y de ser habitado e impulsado por el Espíritu Santo en todo tiempo!: ¿Cuál es el propósito? El mismo Señor lo dijo: “…Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19 RV60). El verdadero gozo de la vida cristiana es ser impulsados por el Espíritu Santo en búsqueda de hombres y mujeres sin el nuevo nacimiento para llevarles el Mensaje: “Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra” (Hechos 1:8. NTV).
Oración:
Amado Padre Celestial:
En esta hora te doy las gracias por hacer utilizado a los amados que por más de treinta años se han dado a ti primeramente y al Espíritu Santo, los has impulsado para conducir personas a ti, abrir nuevas obras, atravesar fronteras y extender el Reino sin mirar el precio. Bendito y alabado seas. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Cuando somos obedientes al Espíritu Santo, podemos decir: “Mi lugar está aquí, y estoy feliz”.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo? 

miércoles, 11 de febrero de 2015

Amor supremo por JESÚS

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Gálatas 6:11-17               
Yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús. Gálatas 6:17b (RV60)

¿Qué tipo de marcas llevaba Pablo en su cuerpo? Una cosa es segura, no eran los “estigmas” que le salieron a San Francisco de Asís, ni al padre Pío, ni cualquier otro síntoma de un misticismo religioso. No. Pablo se refería a sus sufrimientos por llevar el mensaje de salvación y de la gracia de Dios a su generación. El apóstol Pablo no vivió en un convento, ni hizo un una suma de la teología cristiana en un castillo de marfil, la pasión evangelizadora del Apóstol de los gentiles, lo llevó a hablar de la unión de todos los cristianos con Cristo por medio del nuevo nacimiento; también habló del señorío de Cristo, es decir, JESÚS es el SEÑOR y nosotros simplemente sus esclavos, así que, las “marcas del Señor Jesús” son tanto corporales como espirituales, y por eso dijo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20; RV60). Pablo pertenecía a JESÚS en espíritu, alma y cuerpo.
Saulo de Tarso había sido un hombre marcado por la religión, un judío tan conservador que estaba dispuesto a encarcelar o a matar a los primeros cristianos al considerarlos una amenaza a sus creencias ancestrales, pero al tener un encuentro con JESÚS en el camino a Damasco, “repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo y cayendo en tierra oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hechos 9:3,4). En aquel momento, Saulo preguntó de rodillas: “¿Quién eres Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón” (Hechos 9:5). Desde ese día, las marcas de la religión se convirtieron en las marcas de una relación que lo sellaron espiritualmente como el apóstol Pablo. ¡El fue el último de los apóstoles! Pero esas marcas de JESÚS lo honraron de una manera indiscutible como el hombre más importante del cristianismo después de JESÚS.
En efecto, Pablo se entregó enteramente a extender el reino de Dios, y a fundar las agencias de ese Reino, las iglesias locales, que lo siguen siendo hasta el día de hoy.
¿En qué manera vemos la pasión por JESÚS que Pablo mostró? Pablo estaba marcado por la humildad de JESÚS. No buscó alabanzas humanas, aunque tenía la influencia de tres culturas: la hebrea, la griega y  la romana; hablaba cuatro idiomas: el arameo, el hebreo, el griego y el latín. El arameo, el idioma del calor de la familia, el hebreo, el idioma de la religión, el griego, el idioma de la ciencia y la filosofía, y el latín, el idioma del imperio y de las leyes, sin embargo, pudo decir: “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz del Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo” (Gálatas 6:14). Y también señaló: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancias, las he estimado como pérdidas por amor de Cristo (…) mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura para ganar a Cristo” (Filipenses 3:7,8; RV60).
Me puedo imaginar al apóstol Pablo caminando por aquellas calles antiguas, todos lo reconocían, judío, de baja estatura, de contextura delgada por sus frecuentes ayunos, aquel pequeño cuerpo había sufrido tribulaciones, necesidades, angustias, azotes, cárceles, tumultos, trabajo, abandono de sus amigos y hermanos en la fe, persecución de parte de los judíos que lo acusaban de traidor; sufrió de hambre con frecuencia, y unas cuantas veces, no tuvo dónde dormir, sus compañeros de celdas eran alimañas y ratas; sumemos a esto que la dictadura de Nerón no tenía piedad de ese hombre y estaba destinado a muerte; me quedo corto en añadir todos esos sufrimientos, y a todos ellos se suma también su inmensa soledad, “todos me han dejado” (2 Timoteo 4:16). Mientras espera su muerte, escribe: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).
En efecto, el apóstol Pablo en medio de grandes sufrimientos y limitaciones, cumplió el propósito de Dios para su vida. Pablo amó lo que JESÚS amó, extender el Reino de Dios, llevar la Buena Noticia de salvación, el Evangelio a cada ser humano de su generación, a cualquier costo,  a cualquier hora y en cualquier lugar. ¡Ese es el amor supremo por JESÚS!
Oración:
Padre eterno:
¡Ah, Señor, qué poco he sufrido por tu causa! Que yo no tenga en vano el sufrimiento de aquellos que llevaron tu mensaje y de los que lo llevan hoy. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Nada ni nadie puede detener a un hombre o una mujer marcados y apasionados por JESÚS.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


martes, 10 de febrero de 2015

Predicación sin amor es igual a nada

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Corintios 13
Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. 1 Corintios 13:2 (NVI)

Lo dijimos antes, pero es conveniente recordar que el griego tiene tres vocablos para designar tres clases de amor: eros, para el amor a lo apetecible, para decirlo modernamente: el que "produce química"; el flechazo entre un hombre y una mujer, este amor es el corazón del deseo sexual y apasionamiento en un pareja. Siempre quiere algo a cambio y por ello puede convertirse en odio al ser satisfecho o al no ser satisfecho. En otras palabras, eros es el amor físico. Otro vocablo es el sustantivo philía y el verbo philein, que es el amor con un sentido "filial", el amor entre padres e hijos, entre los esposos, entre los amigos, y describe también el amor "philadelfia" entre los miembros y congregantes en una iglesia, es el amor fraternal. Esto es importante porque revela que una iglesia es mucho más que la simple reunión entre correligionarios.
Pues bien, los escritores del Nuevo Testamento que escribieron en griego, no estuvieron satisfechos para describir el amor de Dios como "phileo", es decir buscaban una palabra que describiera el amor incondicional, el amor "a pesar de", y felizmente la encontraron en el sustantivo "ágape" y el verbo "agapan" tiene que ver con el amar con la mente y la voluntad, y no solamente con el corazón.
Así las cosas, el apóstol Pablo eligió dedicarle todo un capítulo en su primera carta a los Corintios, el 13, para describir los efectos de este amor tan elevado que Dios ha derramado en nuestro ser, desde que nacemos de nuevo: "Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado" (Romanos 5:5; NVI). No nos preguntemos si podemos poseer un amor como el de Dios, porque ciertamente, si somos cristianos nacidos de nuevo: ¡Ya lo tenemos!
Más aún, ningún don espiritual que Dios nos ha dado debe ser ejercido sin esta clase de amor.  Sin el amor de nada nos sirven las lenguas, ni los dones de conocimientos como el de profecía, vale decir que me uno al gran especialista en griego Barclay, cuando nos define la palabra profecía: "Nos daría una idea más clara del sentido de esta palabra el traducirla por predicación. Nos hemos pasado asociando la profecía con la predicción de lo que va a suceder; pero la profecía ha sido siempre predicación más que predicción. El profeta es el que vive tan cerca de Dios que conoce su mente y corazón y voluntad, y puede hacérselo saber a los demás" (William Barclay. Comentario al  Nuevo Testamento, Clie, 2008, p.638).  
¿Cómo vamos hacerle llegar ese mensaje a los demás? Algunos hermanos muy respetables, sugieren por medio de la fe y los milagros; pero sinceramente, la predicación verbal y por la ternura amorosa de quien predica, buscando la conversión de los perdidos, no tiene rivales. Así lo afirmó el mismo JESÚS, en su enseñanza sobre el rico y Lázaro… "Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos" (Lucas 16:31; NVI). El único motivo para la predicación y la evangelización es el amor de JESÚS en nosotros, por eso dice: "El amor de Cristo domina nuestras vidas" (2 Corintios 5:14; LBLA). Ese amor "ágape", morando en nosotros, le da validez al mensaje, y al evangelio de la gracia de Dios. Se extiende hacia un mundo necesitado de la Palabra de Dios porque: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios" (Romanos 10:17; RV60).
En palabras finales podemos asegurar que el amado apóstol Pablo tenía razón: Conocimiento sin amor es igual a nada.
Invitación:
¿Sientes en tu corazón predicar la Palabra de Dios con efectividad? Te es necesario nacer de nuevo y ser salvo. La salvación es el regalo del amor de Dios por el pecador. Pero no se aplica al pecador en forma universalista o automática: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21; RV60). Es necesario hacer una decisión y una invitación para que el SEÑOR te perdone tus pecados, te salve y more en ti para siempre. Si has comprendido lo que hemos estudiado hoy, y nunca has hecho esta decisión, este es el preciso momento para aceptar este amor de Dios en tu vida, ¿te gustaría aceptar el regalo de la vida eterna en JESÚS, y confiar únicamente en Él para la salvación como dice Su Palabra? Si es así, ora conmigo…
Oración:
"Señor JESÚS, gracias por amarme, vengo ahora delante de Ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que Tu moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de Tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a serte fiel! Amén.1
Perla de hoy:
Es mejor no elevar nuestras propias opiniones por encima de la Palabra de Dios para que no impidan que los demás conozcan el amor de Dios que sus páginas proclaman.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

[i] Si has hecho esta oración con sinceridad y de corazón, eres salvo. ¡Bienvenido a la familia de Dios! Esto es apenas el comienzo de la verdadera razón de por qué, estás en la tierra. Si quieres unirte a mi grupo discipular en internet, y estudiar conmigo un material de discipulado inicial, escríbeme. ¡Gracias!
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lunes, 9 de febrero de 2015

¡Ahora o nunca!

Francisco Aular 
Lectura devocional: Romanos 1:8-17
No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son. Romanos 1:16 (Traducción de la Biblia lenguaje actual)

Es innegable que vivimos el período más revolucionario de nuestra historia contemporánea, sin embargo, me temo que muchos de estos cambios son empujados por fuerzas externas y no internas; por ejemplo, podrán eliminar la venta de licores pero no la naturaleza del borracho; podrán vigilar de cerca los que manejan las riquezas de las naciones, pero la naturaleza corrupta estará allí en espera de su oportunidad para actuar; podrán bañar al cerdo y perfumarlo, pero tan pronto vea un delicioso charco se hundirá en él. La historia ha demostrado el fracaso de las imposiciones sobre los seres humanos, sean estas religiosas, filosóficas, morales o políticas, no funcionan. JESÚS hablando con un hombre profundamente religioso, y sin duda, de un carácter moral intachable llamado Nicodemo, le dijo: “Te es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:3). JESÚS propone el cambio más revolucionario que se haya oído, en Él, la revolución que necesitamos viene del interior del ser humano hacia afuera. Por eso, JESÚS no usó la fuerza, ni la usará jamás para cambiar al hombre, sino el amor. En eso de usar la fuerza con un poderoso ejército, Napoleón dijo: “Alejandro, César, Carlomagno, y yo fundamos imperios, pero ¿sobre qué asentamos las creaciones de nuestros genios? Sobre la fuerza. Sólo Jesucristo fundó su reino sobre el amor”.
Lo que necesitamos urgente en esta hora aciaga para la humanidad es la Persona revolucionaria de JESÚS y Su Mensaje. Porque los que hemos conocido a JESÚS como Señor y Salvador somos testimonios vivientes de lo que la Palabra de Dios puede hacer con nosotros y en nosotros. No podemos contentarnos con los distintos “ismos” que el mundo ofrece, nosotros sabemos que la solución no es humana sino divina. No podemos quedarnos callados, ni estancarnos en los asuntos de la proclamación de las buenas noticias de salvación y cambio que hace JESÚS en el corazón humano. No debe darnos vergüenza anunciar esta noticia, pase lo que pase. Es urgente pasar el Mensaje; nuestra vida aquí en la tierra es temporal; vamos de paso, si no soy yo, ¿quién?; sino es ahora, ¿cuándo?; sino es el lugar en donde estamos, ¿dónde? ¡Es ahora o nunca!
Estoy convencido de que todavía los brazos de JESÚS son poderosos para sostenernos; sus palabras no pasarán jamás; los milagros que realizó y Su ejemplo se mantienen en alto a través de los siglos; maneja un ejército de hombres y mujeres que lo aman y mueren por Él anunciando Su Mensaje de fe, esperanza y amor. ¡Gracias al Padre yo soy uno de ellos!
El cambio de vida del interior hacia fuera, que experimenta el cristiano nacido de nuevo, alcanza con su influencia bienhechora a todos nuestros círculos de influencia. ¡He probado el Evangelio por más de cincuenta años de vida cristiana y funciona! Las palabras de JESÚS nos sostienen como han sostenido a millones de discípulos del SEÑOR a través de los siglos. ¡Nadie vivió como Él vivió! ¡Nadie murió como Él murió! ¡Nadie resucitó como Él resucitó!, sin embargo, podemos decir también, que nadie habló como Él y aún nos sigue hablando: “El hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido”; “yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”; “yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”; “mi paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da, yo os la doy”; “no se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”; “en el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”; “he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”; “yo nunca os dejaré ni os desampararé”. Estas palabras de JESÚS tenemos que anunciarlas, ¡es ahora o nunca!
Oración:
Padre eterno:
Te alabo mi Dios y Señor, gracias por darnos una revelación tan grande y definitiva en tu Hijo. Han pasado los siglos y los hombres, llegaron, reinaron y se fueron…, ya nadie se acuerdo de ellos pero tu Palabra sigue viva y eficaz. Ayúdame a anunciar las buenas nuevas sin temor y sin avergonzarme de ello. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La urgencia del mensaje del evangelio, nos dice que el reloj de los tiempos está llegando a su final; ¡es ahora o nunca!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?