viernes, 29 de junio de 2012

La paz con Dios

Francisco Aular                                            

Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.  2 Corintios 13:11 (RV60)

La paz interior es algo costoso que el ser humano perdió en el Edén en donde Dios lo puso inicialmente. En efecto, Dios no creó al ser humano para hacerlo su enemigo, sino para amarlo para siempre. Sin embargo, el ser humano abandonó la dirección de Dios y escogió vivir su propio camino. Así perdió el Paraíso y con él, la paz de Dios y la paz con Dios. Desde entonces, la historia de la humanidad refleja un vagar lejos de Dios, buscando recuperar lo perdido. Sus esfuerzos han sido, son y serán en vano. Así, vemos que  la gente, a través de los siglos ha estado tratando de comprar la paz, pedirla prestada o robarla, si esto fuera posible a través de métodos, sistemas y religiones. Sin embargo, ni la fama, ni la fortuna ni la religión, con sus rituales, meras invenciones de hombres, pueden conseguirla. El tratar de ganar la paz por medio de la inteligencia o las habilidades humanas es algo vano que sólo lleva a la frustración. El acudir a consejeros, gurúes, hechiceros o a gente poderosa que dice conocer los secretos de Dios, tampoco sirve de nada.
Tal vez, será útil extraer del Nuevo Testamento el significado original de la palabra paz. Así vemos que la palabra paz es la traducción de la palabra eirené en griego, que también se traduce al castellano como “armonía”, “seguridad”, “prosperidad”, “felicidad”. Se cuenta como una de las nueve cualidades del fruto del Espíritu Santo en el cristiano nacido de nuevo: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,  humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas” (Gálatas 5:22,23 NVI). ¡Esas nueve virtudes –entre muchas otras- son producidas en nosotros por el Espíritu Santo! Así que podemos afirmar que paz es la cualidad del Espíritu Santo en nosotros, los cristianos nacidos de nuevo, para hermosear nuestro carácter, y manifestar, por dondequiera que vayamos, el estado tranquilo de una vida con propósito, con la tranquilidad de la seguridad de nuestra salvación eterna a través de nuestro amado JESÚS, estando en paz con Dios, con nosotros mismos y con los que nos rodean. Así marchamos sin temor en esta vida humana en donde nada ni nadie nos puede separar de Dios, y contentos y felices para enfrentar nuestros problemas y circunstancias, cualesquiera que sean (Romanos 8:35-39).
De esta manera, vemos que existe una gran diferencia entre el significado de la palabra paz en la Biblia, a la connotación moderna que se le da a la misma. El uso popular de la palabra paz en nuestro día conlleva generalmente un significado negativo. Se utiliza para describir la ausencia de guerra, de conflictos, de hostilidad y de problemas, es decir, tenemos paz si las circunstancias nos lo permiten, pero el uso bíblico sostiene una connotación positiva: Por medio de JESÚS “somos más que vencedores”, y por ello, podemos ser felices en medio de cualquier circunstancia y de las demandas normales de nuestro diario vivir. ¿Por qué sucede esto? Porque la paz no es algo, sino una Persona: ¡JESÚS!, Él es el Príncipe de Paz y también el Dios de paz (Filipenses 4:19), por lo tanto, sus riquezas también son nuestras, su victoria y triunfo son nuestros; estamos unidos a Él, y tenemos paz con Dios.

Oración:
Padre eterno:
Te alabo porque eres mi apoyo, mi cántico, mi esperanza, mi fortaleza, mi libertador, mi refugio, mi salvación y mi testigo. ¡Gracias por esta paz que sobrepasa toda comprensión humana! En el nombre de JESÚS,  amén.
Perla de hoy:
El secreto de la paz con Dios es aceptar el Regalo de nuestra salvación en JESÚS y descansar en Él.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


jueves, 28 de junio de 2012

El mejor Amigo

Francisco Aular
faular@hotmail.com

Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Juan 15:13,14 (RV60)

Desde el inicio de mi ministerio pastoral -hace ya 41 años-, tengo el hábito de terminar todas mis cartas como “pastor y amigo”. Eso ha hecho que algunos amados cuando me saludan, bromean diciéndome: “¿Cómo está mi pastor y amigo?”, sin embargo, qué grande me queda la palabra amigo cuando me comparo con mi amado JESÚS. Nadie como Él. A la verdad, tenemos un Dios muy compasivo. Su amor no puede faltar ni marchitarse. Su misericordia para con nosotros viene desde antes de que el mundo fuese; somos parte de su Plan y por eso su amistad, amor y gracia son constantes y eternos. En cambio, nosotros nos damos cuenta, de que en esta vida humana, nunca seremos ni haremos lo que debiéramos. No obstante, con la nueva vida que Él ha depositado en nosotros, y con su ayuda, podemos alcanzar la madurez para enfrentarnos a un mundo imperfecto y en constante crisis. Por ello, en los momentos más difíciles que me he encontrado en la vida, recuerdo que JESÚS murió por mí en la cruz; no tengo que temer a la muerte; Él resucitó, el sepulcro no lo pudo retener; ciertamente Él no prometió alejarme de todo sufrimiento y pruebas por las que tendré que pasar, pero ya no estoy solo para enfrentarlas; en las buenas y en las malas Él es mi Amigo, y pase lo que pase, Él es mi Amigo Fiel:”…Porque nunca decayeron sus misericordias, nueva son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22,23).
Pues bien, ten esto en tu mente: Alguien se preocupa por ti, por lo tanto, si te sientes solitario, deprimido o quizás desesperado ante alguna situación, y te preguntas ¿para qué vivir? ¡Ojalá tuviese alguien en quien confiar, con quien hablar y que pueda contestar mis preguntas!”, entonces, recuerda que
Alguien está dispuesto a escucharte a acompañarte y ayudarte. Sí, querido amigo, no hace falta que lo busques muy lejos, porque desde hace muchos años, y aun antes de que nacieras, Él se preocupa por ti. Él quiere salvarte, y darte la vida abundante; Él dijo: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10 RV60), también dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Su nombre es JESÚS; Él llenará el vacío de tu corazón porque como dijo Blas Pascal: “En el corazón del ser humano existe un vacío con la figura de Dios, que no puede ser llenado con ninguna cosa creada sino con Dios mismo, el Creador, revelado en Cristo Jesús”. Mucho antes, San Agustín afirmó: “Pues nos hiciste para Ti, oh Dios y nuestro corazón andará en desasosiego hasta que descanse en Ti”.
Ahora bien, el hacerse amigo de JESÚS no es algo automático que nos ocurre por ser seres humanos, sino que es necesario obedecerle: “…Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”, y, ¿qué es lo que nos manda el Señor Jesús?: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLARÉIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS (Mateo 11:28,29, mayúsculas mías. La Biblia de las Américas). El ir a JESÚS, arrepentirte de tus pecados  y aceptar el regalo de la vida eterna, ¡es tú decisión! Haz conmigo la siguiente oración, si ésta expresa el deseo de tu corazón; y por favor, escríbeme para enviarte un material de atención espiritual, hoy mismo.

Oración:
Señor JESÚS, te necesito. Sé que bajaste del cielo a rescatarme del poder de mi pecado. Me arrepiento de todos mis pecados. Te abro la puerta de mi vida a Ti, que eres la única puerta que lleva a la salvación, y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por  morir en la cruz por mis pecados y por darme la vida eterna que viene del cielo. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la persona que Tú quieres que sea. Amén.
Perla de hoy:
Un amigo es la primera persona que llega, que me ve herido, venda mis heridas y me levanta cuando todo el mundo ha pasado de largo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


martes, 26 de junio de 2012

¿Un corazón nuevo?

Francisco Aular

Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes. Ezequiel 36:26-27 (NVI)

Al comienzo de mi ministerio internacional descubrí que no estaba bien preparado para desafíos de tanta envergadura, pero mis escoltas de oración, oraban por mí y Dios me bendecía en gran manera. Sin embargo, una de las cosas que mi esposa y yo descubrimos un día fue, que no tenía ropa adecuada y necesitaba urgentemente, por lo menos, un traje nuevo y, además, hacerle arreglos a mi viejo traje azul. ¿Cómo lo haríamos? Porque no había dinero disponible para ello. Ocurrió que la Iglesia Bautista Ebenezer de Catia en Caracas me invitó a una semana de predicación; dimos inicio a la campaña evangelizadora y allí conocí a la familia Icaza, ellos tenían una sastrería; el hermano Icaza me dijo apenas lo conocí: “Pastor, si le podemos servir en algo, estamos a sus órdenes”. Los que me conocen saben que no me gusta abusar de tales ofrecimientos, pero aproveché la oportunidad que se me presentaba para pedirle que reformaran mi viejo traje. Así que fui a su negocio y se lo llevé, ellos tomaron mis medidas, y se dedicaron a trabajar; como a los cuatro días el hermano Icaza me dijo: “¡Pastor, su traje está listo!”. A la mañana siguiente, allí estaba yo. La hermana Icaza fue a buscar el traje, pero sorpresa, ¡los hermanos me habían hecho un traje! Así que, con un traje nuevo, terminamos aquella serie de predicaciones. ¡Alabado sea el Señor!
¿Un corazón nuevo? Sí, claro, así como los hermanos Icaza hicieron un traje nuevo para mí -salvando las distancias-, eso es lo que Dios ha hecho con el corazón del ser humano, darle un nuevo corazón. La filosofía, las ciencias sociales, los métodos de superación personal y hasta las religiones, no niego que son los mejores intentos del ser humano para encontrar la satisfacción momentánea de reformar su ser, y hasta son intentos para encontrarse con Dios; pero el nuevo nacimiento que JESÚS nos ofrece es el único camino que Dios encontró para llegar al ser humano y hacerlo parte de su familia, “mas a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
Hoy vemos a una generación confundida e insatisfecha; lo paradójico es que a la generación anterior -de la que formo parte- se nos hizo distintas promesas para superar nuestra insatisfacción, basadas en la educación, la ciencia y la tecnología. En realidad, en esos campos hemos llegado lejos, pero, lamentablemente, hemos tenido retrocesos al sacarle muy poco provecho a tanto avance; a los países en desarrollo les ha tocado la peor parte, preparan a sus hombres para que los  países más desarrollados terminen beneficiándose de esos conocimientos. Por ello, la fuga de cerebros es un hecho, hombres y mujeres de altísima preparación académica, y eficaces en sus profesiones, van de un país a otro contribuyendo en gran manera a su crecimiento. La insatisfacción crece en los hogares, en las escuelas, universidades, gobiernos y gobernados. Seguimos buscando reformas, remiendos, paños calientes, paliativos para una decadencia humana, porque como dice la Palabra de Dios, lo que el ser humano necesita es un cambio de corazón: “Engañoso es el corazón mas que todas las cosas, y perverso” (Jeremías 17:9).
¿Qué, pues, debemos hacer? Lo que Dios plantea nos deja atónitos. Nada. Todos nuestros esfuerzos son remiendo nuevo en paño viejo. ¡JESÚS lo hizo todo por nosotros! Su muerte y resurrección nos perdona y nos libera. Basta que depositemos nuestro “viejo traje”, nosotros mismos, en las poderosas manos del Sastre que es capaz de hacernos de nuevo, nuestro Dios, y que aceptemos por fe el regalo de la salvación al recibir a JESÚS como nuestro Señor y Salvador. Entonces, recibiremos una nueva vida (zoé) y un nuevo corazón. La Biblia llama a esto el “nuevo nacimiento” (Juan 3:3-12).

Oración:
¡Gracias amado Padre por tu eterno propósito para los seres humanos, de hacernos parte de tu familia para que vivamos para siempre contigo. Ayúdame a anunciar con toda la fe, que el ser humano nuevo sí es posible bajo tus expertas manos, al hacernos de nuevo. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
El ser humano nuevo nos es el resultado de los esfuerzos públicos de una nación, sino producto del nuevo nacimiento de cada individuo por la Biblia y el Espíritu Santo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


lunes, 25 de junio de 2012

Sin retiradas

Francisco Aular

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Hebreos 10: 23 (NVI)

Me convertí leyendo la Palabra de Dios, y luego de esto, sentí la gran necesidad de buscar a mi familia espiritual, la iglesia. Dos preguntas estaban en mi mente entonces, ¿dónde me congregaré?, y, ¿seré fiel a JESÚS hasta el final de mi vida? En aquellos días abundaban las sectas y yo tenía amigos entre los Testigos de Jehová, los Adventistas del séptimo día y los Solo Jesús; también entre las denominaciones evangélicas anduve. Todas decían tener la verdad, ¿cuál camino escoger? Basado en la Palabra de Dios y el consejo de cristianos maduros en la fe, el Señor me fue respondiendo, porque Dios es fiel y no nos deja una vez que nos hace sus hijos por el nuevo nacimiento. El Señor me llevó a mi familia espiritual, la Iglesia Bautista Emanuel de la Castellana en Caracas, el Señor quería que yo estuviera también en una denominación, y allí he sido fiel y he crecido hasta hoy. La otra pregunta, ¿seré fiel a JESÚS hasta el final de mi vida?, me inquietaba, hasta que comprendí la gran verdad, por una parte Dios me había dado a su Espíritu y Él en mí, produciría la fidelidad como fruto espiritual para perseverar hasta el final de mis días aquí en la tierra (Gálatas 5:22,23), y por otro lado, importantísimo, lo que nos dice el versículo de hoy: “porque fiel es el que hizo la promesa”. Así, la fidelidad en la vida del creyente no está basada en su propio esfuerzo y fortaleza, sino en su relación con JESÚS: “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo” (2 Timoteo 2:13). Uno de los nombre de JESÚS es “Fiel y Verdadero” (Apocalipsis 19:11). El Señor ha permanecido fiel con mi vocación durante cuarenta y nueve años, y yo sirviéndole por gratitud a su fidelidad, sin retiradas.
¿Cuál es la esperanza que profesamos?, ¿qué es lo más valioso que Dios nos ha dado y que tiene repercusión eterna? Nuestra salvación, la vida (zoé); no es algo improvisado en una experiencia mística pasajera, sino el propósito para el cual Dios nos trajo a esta vida (bíos), “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin manchas delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad para alabanza de la gloria de su gracia…” (Efesios 1:4ª). ¡Mis nacimientos biológico y espiritual no son un accidente! ¡Soy parte del plan eterno de Dios! Por tanto, aunque, la “esperanza que profesamos” sea pequeña o grande, o sea, mi profesión de fe en JESÚS, ¡Él me llevará fiel hasta el final como lo ha prometido! Teniendo como base la guía de la Biblia y la ayuda eficaz del Espíritu Santo, Dios fortalecerá cada día la salvación que me ha dado, la seguridad de esa salvación, y la perfección de mi salvación hasta el día final, no solo de mis días en esta tierra, sino hasta mi morada final en la Nueva Jerusalén. Pues, “es Cristo en vosotros la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27b). Esta la esperanza que nos mantiene y sostiene desde el principio hasta el final de nuestra jornada terrenal y celestial, sin retiradas.

Oración:
¡Gracias Padre porque por amor me fijaste el propósito eterno de llegar a ser tu hijo! Por fe acepto estas verdades y por fe camino cada día, sin retiradas. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La carrera del cristiano nacido de nuevo no es una competencia olímpica, sino una carrera de perseverancia, resistencia y gratitud.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


viernes, 22 de junio de 2012

Cuando los hijos se van


Francisco Aular

Que el Señor te bendiga continuamente desde Sión; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz! Salmo 128:5,6 (NTV)

En los Salmos 127 y 128, encontramos cuatro momentos o etapas principales por las que atraviesa una familia, estas son: La familia en su fundación, desde la boda a la llegada del primer hijo (Salmo 127:1,2); la familia y sus hijos emprendiendo juntos el camino de la grandeza familiar (Salmo 127:3-5); el tercer momento, la familia y el cumplimiento de su propósito, con la Biblia que es una escuela para padres (Salmo 128:1-3); y, finalmente la familia y el nido vacío (Salmo 128:4-6). Todos estos momentos son importantes dentro del poco espacio y tiempo en que estaremos en este mundo.
En esta ocasión estaremos comentando sobre el momento cuando los hijos salen de la casa y nos dejan el nido vacío por medio de un poema.

Cuando los hijos se van
 Que vivas para disfrutar de tus nietos.”
Salmo 128:4 (NTV)
Francisco Aular
Toronto, 22 de junio de 2012

Cuando los hijos se van
se queda el nido vacío…
Y nos dejan los recuerdos
de los momentos vividos.
Cuando los hijos se van
se van como los tuvimos,
como el regalo de Dios
que iluminó el camino.
Como flechas disparadas
que dan en el blanco mismo,
cultivados en el hogar
como una planta de olivo.
Cuando los hijos se van
a cumplir con su destino
buscamos en todo lugar…
Sus travesuras, sus gritos…
Allí crecieron en la fe
que con fe les infundimos:
Confianza en las Escrituras
que es el Libro de los libros;
que el cielo es un regalo
que comprara Jesucristo.
Cuando los hijos se van
nos quedamos sorprendidos
ojeando aquel álbum viejo
ver que no somos los mismos,
que el tiempo pasó veloz
como el fluir de los ríos;
como el brillar de las estrellas
en negras noches de estío.
Se sienten lágrimas tibias
entre suspiro y suspiro…
Que cumplimos la tarea:
¡Darle crianza a nuestros hijos!
Cuando los hijos se van
se queda un rosal marchito
que solo vuelve a brotar
con los hijos de los hijos…
¡Esos alborotadores
que nos movieron el piso!
Con solo verlos venir
sin pedir nuestro permiso.
Galopando en nueva historia
al cerrar nuestro capítulo…
Cuando los hijos se van
se queda el nido vacío…
Y nos dejan los recuerdos
De los momentos vividos.

Oración:
SEÑOR gracias por compartir con el ser humano el privilegio y la responsabilidad de ser padres por tu gracia. SEÑOR, hazme brillar para que mis hijos y nietos vean y encuentren el verdadero propósito de la vida. Dame constancia, pasión por ti, amor, fe y valor para sentirte en nuestro hogar primero, y después, con mi familia, que compartir contigo, sí se puede. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La formación del carácter de tus hijos y tus nietos en el futuro, depende de lo que hagas con Dios, su Palabra y su Iglesia, hoy.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 21 de junio de 2012

El plan maravilloso de Dios

Francisco Aular                                            

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16 (RV60)

Una de las maravillas del plan de Dios es que hizo al ser humano, para que cada uno de los nacidos en este mundo lo lleguemos a conocer personalmente y formemos parte de su familia: “Por eso, para Dios ustedes ya no son extranjeros. Al contrario, ahora forman parte del pueblo de Dios y tienen todos los derechos; ahora son de la familia de Dios” (Efesios 2:19 Traducción en lenguaje actual). Contrario a lo que muchas veces hemos oído, no se es miembro de la familia de Dios de manera automática, y como alguien dijo: “Aunque haya nacido en un garaje, no significa que usted sea un automóvil”; Nicodemo había nacido en un hogar piadoso y cumplidor con todos los requerimientos de su religión, tenía una conducta religiosa intachable, pero necesitaba nacer otra vez; por ello, haber nacido en un hogar cristiano no lo hace cristiano; haber cumplido con ritos cristianos, cantar en el coro y dar diezmos y ofrendas, tampoco lo hace cristiano. Solamente nacer de nuevo, por medio del arrepentimiento para con Dios, y aceptar el regalo de Dios en JESÚS, con la fe en la Palabra de Dios y la mediación del Espíritu Santo, nacemos de nuevo. El nuevo nacimiento es absolutamente necesario para llegar a ser un hijo de Dios, “mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12), tal y como JESÚS le dijo a Nicodemo, que para formar parte de la familia de Dios se necesita el nuevo nacimiento, “el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3, RV60).
Aclarándolo mejor, en realidad, todos somos criaturas de Dios como lo es el mismo universo, así que, nuestro nacimiento biológico nos puso en la tierra, pero nuestro nacimiento espiritual nos pone en el cielo. La vida humana se nos va, moriremos tarde o temprano, en cambio la vida eterna, como lo dice la misma palabra es para siempre, no morirá jamás: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25 RV60).
Ciertamente el ser humano está buscando la felicidad, pero la Biblia afirma que existe solamente un camino para ser feliz: ¡JESÚS!, Él mismo dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). ¿Puede existir algo más maravilloso en este mundo que ser de JESÚS? ¡Teniéndolo a Él, lo tenemos todo, sin Él, no tenemos nada!
A menudo escucho a algunos predicar sobre un Dios lleno de ira, parecido a la imagen del padre energúmeno que llegaba a casa para golpear a su familia. Pero la Biblia, en cortas palabras, no dice algo muy grande: “Dios es amor” (1 Juan 4:8b). Por esa declaración podemos estar seguros de que Dios nos creó para amarnos; Dios nos creó para que lo llegáramos a conocer por medio de nuestro amado JESÚS y así, nacer de nuevo; Dios nos creó para pasar la eternidad con Él como miembros de su familia. Por eso, dice la Biblia:Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16 RV60). Ese es el maravilloso plan de Dios para nuestras vidas.

Oración:
Padre eterno:
¡Gracias por amarme, gracias por hacer que te conociera y gracias por tu promesa de llevarme contigo y quedarme en tu cielo para siempre! Ayúdame a triunfar como tu hijo. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
El amor de Dios sigue en pie cuando todo lo demás se derrumba.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


miércoles, 20 de junio de 2012

El incomparable JESÚS

Francisco Aular                                            

Para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Filipenses 2:9-11 (NVI)

¿Qué hace tan especial al cristianismo? Ciertamente que como religión ha tenido sus fallas, aunque es innegable su aporte positivo al desarrollo de los individuos y de la humanidad. Lo que lo hace especial es JESÚS, su fundador. JESÚS es el Único Hijo de Dios en su carácter y obra; es Dios con nosotros; Él es poseedor de la naturaleza divina y de la humana; sujeto a sufrimientos, necesidades y muerte; además de ello, la eficacia de su muerte en la cruz, el poder de su resurrección de entre los muertos; el poder trascendente de su ascensión, y el triunfo final en la entronización, todos esos siete elementos reunidos, por decirlo en alguna manera, en JESÚS, hacen de Él un ser incomparable.
En efecto, los sesenta y seis libros de la Biblia proclaman a JESÚS. Su tipología arranca desde Génesis 3:15; se hace presente en forma maravillosa en más de 300 profecías del Antiguo Testamento que apuntan hacia Él. Llegamos al Nuevo Testamento y JESÚS abre las páginas con su nacimiento, y las cierra en Apocalipsis con su entronización en la Nueva Jerusalén. ¡JESÚS es incomparable!
Sin JESÚS no tuviéramos cristianismo; sin JESÚS no tuviéramos Iglesia; sin JESÚS no supiéramos quién es Dios como Padre; sin JESÚS nunca hubiéramos conocido de alguien que vivió una vida extraordinaria y es modelo de ser humano y de Dios; sin JESÚS no supiéramos lo que es el amor, el perdón, la fe y la esperanza; sin JESÚS no tuviéramos salvación y vida eterna; sin JESÚS no tendríamos respuestas a nuestras oraciones; sin JESÚS no hay buenas nuevas de salvación; sin JESÚS no conoceríamos la verdad que proclama que estamos en un período de transición entre su promesa de que Él mismo vendrá por su Iglesia en el rapto; sin JESÚS no tuviéramos la esperanza de su triunfo final en su Segunda Venida, cuando vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Debido a todas estas verdades bíblicas, el cristiano nacido de nuevo no es vencido por las circunstancias ni el pesimismo, vive seguro de cara a un fabuloso futuro que le espera; el verdadero cristiano sabe que aunque está en este mundo, no pertenece a este mundo, no cambia lo eterno por lo temporal.  El Apóstol lo describió con cuatro palabras, él dijo que en JESÚS: “Somos más que vencedores” (Romanos 8:37). Sí, el Día del SEÑOR vendrá, ese día en que toda la creación en el nombre de JESÚS doblará sus rodillas, y todo ser humano tendrá que confesar que JESÚS el incomparable: ¡Es el SEÑOR!

Oración:
Padre eterno: ¡Gracias por enviarnos a JESÚS! Ayúdame a vivir para su honra y gloria. Amén
Perla de hoy:
Nadie ha ejercido una influencia tan positiva sobre el individuo y la humanidad como JESÚS: ¡Síguelo!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


martes, 19 de junio de 2012

Misioneros de la Palabra

Francisco Aular 

Recuerda que desde niño has leído la Biblia, y sus enseñanzas pueden hacerte sabio, para que aprendas a confiar más en Jesucristo y así seas salvo. Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir. De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer el bien. 2 Timoteo 3:15-17 (La Biblia traducción actual)

Así de entrada, les digo que leer libros es una de las pasiones de mi alma y espíritu; siento un gozo indescriptible con nada más hojearlos; y ya me estoy preparando para nuevas sensaciones al leerlos en sistemas diferentes al del impreso en papel. Cualquier mente que también se nutra y se deleite en la lectura de los libros, y que se mantenga abierta y sin prejuicios al juzgar el impacto y aporte de un libro a la humanidad, no tendrá dudas en afirmar como yo, de que el libro más importante que se haya escrito jamás es la Biblia.
Es tan actual como cuando se cerró como la última revelación de Dios al mundo, hace dos mil años. Su circulación excede a la de cualquier otro libro. Y cada año, ninguna otra publicación supera su venta y distribución. Es decir, desde hace muchos años sus vendedores la han puesto en la lista de “best-seller”. Ha sido traducida a más de dos mil idiomas y dialectos.
Ahora bien, la Biblia no es un solo libro; es una pequeña biblioteca de 66 libros, escritos por unos 40 autores diferentes, y quienes representan todos los niveles de la vida social, desde un humilde pastor de ovejas, pasando por un pescador, hasta el rey en su trono. Encontramos en la Biblia, historia, biografías, geografía, poesía y las leyes que han sido fundamento sobre el cual, muchas naciones basaron sus constituciones y estatutos legales.
La Biblia comienza con la participación de la “serpiente antigua” -Satanás, haciendo caer a Adán y a Eva para él constituirse en el príncipe de este mundo-, pero culmina con la Serpiente echada al lago de fuego para siempre. Inicia con la entrada de la muerte, y termina con la muerte de la muerte para siempre. Vemos, en principio, la caída del primer Adán, pero termina con el triunfo definitivo de JESÚS como el segundo Adán. De esta manera Génesis señala el Paraíso perdido, y el Apocalipsis nos revela el Paraíso recobrado.
He andado por casi cinco décadas estudiando la Palabra de Dios, y usando todas las formas de comprensión literaria posible, pero encuentro que la Biblia simplemente es un tesoro divino: Con ella me elevo hasta las cumbres para encontrarme con Dios, y desciende hasta las profundidades de mi propio ser para guiarme, enseñarme, corregirme y mostrarme cómo debo vivir y morir, también, cómo amar, perdonar y pedir perdón; la Biblia está conmigo en todos los estados por lo que como ser humano atravieso y enfrento con éxito: Los problemas de la vida, el sufrimiento y los desencantos; la Biblia toca por igual el dolor más íntimo y el gozo supremo que en el devenir de mi vida encuentro; las fibras más sensibles de mi alma vibran como una lira tocadas por la Palabra de Dios; la Biblia produjo, conjuntamente con el Espíritu Santo, mi nuevo nacimiento y mi biografía espiritual comienza y termina con su ayuda eficaz; he vivido para ver el deleite que la Biblia produce en sus lectores de cualquier nivel social en que se ha dividido la sociedad, y puede tocar los corazones, con el mismo interés y provecho, del gobernante y su gobernados, del rico y del mendigo, del filósofo y del niño, del letrado y del que simplemente la escucha. Desde que la Biblia surgió inspirada por el Espíritu Santo es tan universal como el ser humano, y su Mensaje va más allá del tiempo, porque como JESÚS dijo, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35 RV60).
Estas son algunas de las razones por las cuales me considero, al igual que millones de personas en el mundo que he experimentado el poder de la Biblia: Un misionero de la Palabra.

Oración:
Padre eterno:
Te alabo SEÑOR por tu sabiduría, gracia y poder infinitos al dejarnos un Manual para llegar a ti como lo es la Biblia. Ayúdame a pasar su Mensaje de salvación a todo aquel que la oye y pone en práctica. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La Biblia, como la revelación inspirada de la voluntad de Dios para el ser humano es nuestra regla autoritativa de fe y práctica. Ella es el ancla segura y eterna de nuestra fe.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


viernes, 15 de junio de 2012

Parábola del amor paterno

Francisco Aular
     
Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Lucas 15:20,21 (RV60)

Hoy tenemos delante de nosotros el conocido relato del Evangelio de Lucas, llamado comúnmente la parábola del hijo pródigo. He oído hermosos sermones al respecto, sin embargo, hacemos una mayor justicia al bello texto, si consideramos que el personaje central es el padre y su actuación amorosa, frente a la actitud desleal de sus dos hijos. Los estudiosos de las parábolas bíblicas la han elogiado de la siguiente manera: “Corona y perla de todas las parábolas”; “el evangelio dentro del evangelio”; “divinamente la historia más tierna y humanamente la más conmovedora que se haya contado en toda la tierra”; el famoso escritor de cuentos Charles Dickens lo describió como “el más bello cuento jamás escrito”.
De entre todas las parábolas, esta es mi favorita; suelo ir a ella con frecuencia para alimentar mi alma con esta historia real, y su incomparable expresión de amor de un padre humano que soporta la ingratitud, la obstinación y la insensatez de sus dos hijos, y triunfa sobre ellas. Algunos maestros ven aquí el amor de Dios en acción y lo comparan con el amor de Dios Padre, pero, mi sentir que es al contrario es el amor de este padre humano que debe compararse con el amor de Dios. En efecto, este padre humano hace un derroche de la gracia de Dios que salta como una fuente inagotable del corazón paterno hacia sus hijos. Es incondicional y leal. Todo lo da, todo lo espera, nada pide para sí mismo; lo da todo sin medida y sin protesta.
En este próximo fin de semana, en muchos países se celebra el Día del Padre. Me uno de todo corazón a dicha celebración, y con esta parábola del amor les rindo un sencillo homenaje a los hombres de carne y hueso, a nuestros padres que han manifestado amar a sus familias con esta clase de amor.
Tracemos algunos pasos que conducen a ser padres amorosos y ejemplares, en medio de las dificultades de un mundo postmoderno.
El primer paso para ser un padre amoroso se da cuando asumimos ser la cabeza espiritual de la familia, “un hombre tenía dos hijos”. Esos hijos ya eran jóvenes entre la segunda y tercera década de la vida. Toda la enseñanza que un padre amoroso da a sus hijos, ya habían sido dadas. Nos podemos imaginar que los había criado a ambos con el mismo amor y cuidado, pero, como es sabido, cada hijo es diferente. Así, mientras uno resultó aventurero, el otro resultó casero. Uno se convierte en delincuente público, y el otro en un “delincuente honrado”. Uno regresa de la corriente del mundo y el otro amenaza con irse al mundo. Uno pone su confianza, y arrepentido, busca el perdón del padre para seguir adelante en la vida y el otro confía en sí mismo. Uno alcanza la madurez a través del sufrimiento que le trae su insensatez, y el otro permanece en las actitudes infantiles de la vida. Sin embargo, el padre amoroso nunca pierde la oportunidad que le brinda cada tiempo en familia para mostrar que su amor y posición, dados por Dios, lo hacen permanecer firme como cabeza del hogar.
El segundo paso para ser un padre amoroso se da cuando respetamos las decisiones difíciles de nuestros hijos adultos: “y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes”. Comoquiera que veamos esta escena, la veo como una falta de respeto, y es como si dijera: ¡Tengo urgencia de irme a hacer mi propia vida, tengo derecho a ser feliz y no puedo esperar a que te mueras! ¿Qué clase de hijo es este que puede hablarle así a un padre amoroso? Sin duda, el padre sabía que con aquella actitud el joven no podría tener un final feliz. Sin embargo, no vemos al padre persuadir al hijo porque como es sabido, a veces los hijos tienen que aprender por el camino dificultoso de la vida, al no oír ni poner práctica las enseñanzas y valores aprendidos en el hogar. Este hijo, en aquella etapa de la vida, no hizo caso a lo que tanto había escuchado, y tal vez, leído y que, luego, el apóstol Pablo, resumiera magistralmente: Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto. «Honra a tu padre y a tu madre». Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa: si honras a tu padre y a tu madre, “te irá bien y tendrás una larga vida en la tierra” (Efesios 6:1-3 NTV).
El tercer paso para ser un padre amoroso se da al sufrir y experimentar el abandono de los hijos a las enseñanzas y valores del hogar paterno: “No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente”. Ningún dolor puede compararse al que sufre un padre por la desobediencia de un hijo, cuando se va de mala manera del hogar paterno. ¡Hijos, cuántas lágrimas y cuantas noches en vela se han gastado por la crueldad de un hijo con sus padres! ¡Y todavía hay hijos desobedientes a sus padres en el mundo postmoderno! Así que, muy poco podía hacer aquel padre amoroso con este hijo desobediente, excepto orar, confiar y esperar en el SEÑOR para algún día verlo retornar a su hogar. Cuando un hijo se va a “una provincia apartada” no es una decisión sensata porque involucra, dejar a Dios con su mesa servida para ir a comer en los basureros del mundo, sin embargo, este es un tiempo para que un padre amoroso descanse en las promesas de Dios: “Los hijos de tus siervos habitarán seguros, y su descendencia estará firme delante de ti” (Salmo 102:28 RV60).
El cuarto paso para ser un padre amoroso se da al perdonar al hijo desobediente: “Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”. Mi madre, cuando yo la iba a visitar, siempre tenía una arepa lista para que cuando yo llegara la disfrutara. Bueno, no iba a verla todos los días, pero ella tenía la mesa lista todos los días para mí. ¡Cuánto me duele ahora que no la tengo pensar que muchas veces la dejé esperándome! Pienso que el padre amoroso de la parábola, siempre tenía la mesa lista para su hijo porque su corazón de padre le decía todos los días que él vendría. Así que me imagino verlo todos los días en la ventana de su casa, a un venerable anciano judío vestido con sus ropas finas, cuando de pronto, a lo lejos, ve a un joven vestido de harapos y descalzo. Esa mirada y esa forma de caminar que tiene el hombre joven le producen un pálpito difícil de explicar. ¡Es él mi hijo!, exclama y las lágrimas de gozo sustituyen a las lágrimas de la larga ausencia del hijo. Abre la puerta, y corre al encuentro del hijo que vuelve arrepentido; por un instante se olvida de que correr no era propio, no era digno para un judío de edad avanzada salir así, sin embargo, el amor hacia aquel hijo, pudo ir mucho más lejos que “el que dirán” los vecinos y obreros. Allí, estrechados en un abrazo filial, el padre y el hijo, y entre lágrimas, el padre lo besa, mostrando de esta manera su misericordia y perdón total.
El hijo ha ensayado un discurso para decírselo a su padre cuando llegara la ocasión, esto, entre los cerdos que cuidaba, pero un día despertó de su locura espiritual “y volviendo en sí…”, el hijo arrepentido no deseaba otra cosa que ser tratado como un jornalero más, pero el padre tiene mucho más para aquel hijo que arrepentido regresa: “Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta”. Ah, mis amigos, aquí tenemos una historia de la vida real. ¡Gracias JESÚS por hablar a nuestros corazones¡ Mis ojos casi no pueden ver el teclado cuando escribo. ¡Qué bella historia! Usted y yo, cuando venimos a nuestro Padre Celestial, Él nos trata de igual manera. Dios nos viste con la mejor ropa para estar en su presencia; nos viste con la justicia de su Hijo JESÚS, con la cual nos compró un lugar en el cielo, y nos la ofrece gratuitamente; puso un anillo en nuestros dedos, la señal de autoridad y seguridad de nuestra realeza, somos sus Hijos, tan hijos como JESÚS; y calzado en nuestros pies, solos los hijos tenían calzados y no los siervos o esclavos, esta sandalia es nuestro distintivo de nuestra filiación. ¡Somos de la familia de Dios¡

Una palabra final: Padre, hazte el propósito de amar a tu familia, pase lo que pase. Nunca es tarde para retomar el camino para ser un padre amoroso y representar a Dios mismo ante nuestra esposa e hijos. Tarde o temprano moriremos, y si de todas maneras vamos a morir, dejemos un legado como padres de familia: Haber vivido para la gloria de Dios. ¡Feliz día del Padre!

Oración:
Bendito Padre eterno:
Hazme brillar con tu luz admirable para que mis seres amados vean y encuentren el Camino, la Verdad y la Vida. Dame tu amor para amar, fe y valor para servirte en mi casa primero, y a lo ancho y largo del mundo que me rodea. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La actitud que tengamos frente a nuestro hermano menor y su arrepentimiento, nos revelará si amamos como nuestro Padre.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?