miércoles, 2 de mayo de 2012

Edificados sobre la roca

Francisco Aular
       
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Mateo 7:25 (RV60)

La roca es la parte más sólida y dura de la corteza terrestre. Al sur del territorio venezolano está ubicada la formación geológica más antigua de la tierra y se llama Macizo Guayanés. Sería la mejor parte para construir una casa, porque, aun uniendo las fuerzas de los terremotos de Haití y de Chile ocurridos en el año 2010, no se lograría agrietar una casa edificada allí. Asombrosamente, aunque esta parte representa el 45% del territorio nacional es la menos poblada. JESÚS nos dice que debemos edificar nuestra casa sobre la roca y no sobre la arena. La roca de nuestra fe cristiana es la obediencia a Dios y a su Palabra, la Biblia. ¿Sobre qué está construyendo su fe y fundando su hogar? El Señor nos dice: “Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7:26,27. RV60).
Así que los hombres sabios y las mujeres sabias construyen sus casas sobre una roca, nunca sobre un terreno arenoso. Los Proverbios hablan de la mujer sabia que construye su casa con sus propias manos, y de la necia que con ellas la derriba: “La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba” (Proverbios 14:1. RV60). Ambas usan el mismo recurso, pero con resultados diferentes. La casa construida con amor y gozo es el resultado directo de la mujer, porque ella es la reina del hogar, representa al Espíritu Santo y por lo tanto, “el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto” (Gálatas 5:22,23. La Biblia en lenguaje actual), por ello, la esposa sabia trae la felicidad al hogar. Entrar al hogar de una mujer sabia es toda una bendición, porque allí se siente la misma presencia de Dios. Todo aquel que atraviesa su puerta, siente los beneficios de aquel ambiente acogedor y hospitalario; allí nadie es rechazado.
El hombre sabio construye su hogar sobre la roca porque él es la imagen de Dios Padre en el hogar, por lo tanto es bueno, amoroso, proveedor y ejemplar. Como cabeza del hogar, el hombre debe asumir el liderazgo espiritual que Dios le ha dado, tratando a la mujer  como “vaso más frágil”, y a sus hijos con sabiduría, inspirándolos con su ejemplo a edificar sus vidas sobre la roca de la obediencia a Dios.
De esta manera, debajo de un hogar así, está la sólida fundación, vale decir, el Macizo Guayanés de Dios y su Palabra. Dios, quien es la Roca, como lo dice el salmista: “¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? (Salmo 18:31 NVI).

Oración:
¡Gracias amado Padre! Eres el autor de la familia, y como tal, nos dejaste un manual, tu santa Biblia, para hacerla funcionar con éxito. Ayúdame a convertirme en una bendición para mi hogar y mi familia. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Los tesoros de la Biblia están a disposición de los que quieren edificar sus vidas y sus hogares sobre la roca de la obediencia; descúbrelos y úsalos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


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